Antonio Padial Bailón
Hermandad muy antigua ésta de Nuestra Señora de los Remedios con sede en la iglesia del Sagrario de la Catedral. Probablemente, su fundación se realizaría en el último tercio del siglo XVI, al menos, de esa época tiene que ser su imagen.
Desde la conquista de Granada por los Reyes Católicos, en 1492, la mezquita mayor o Jima Al-Kebir de la ciudad, que estaba emplazada en el solar del hoy Sagrario, se sacralizó y sirvió, también, de Catedral entre 1515 y 1560, hasta que la construcción, junto a ella, de la actual, pudo abrirse al culto la parte del crucero habilitada.
La Mezquita Mayor, construida a principios del siglo XI, por Sawi Zirí, primer emir de Granada, era de planta rectangular de 30 por 45 metros y estaba compuesta de once naves separadas por columnas de arcos de herradura, columnas que en principios eran de madera y más tarde de hicieron se mármol blanco. Tenía un alminar del estilo de la torre-alminar de la iglesia de San José, pero de mayores dimensiones, que el pueblo conocía como la Torre Turpiana, y que fue demolido en 1588, por estorbar a la nueva catedral que se estaba construyendo. Actualmente, sólo se conserva de la mezquita mayor el aljibe, que servía para hacer las abluciones, y que tiene su salida por el brocal del pozo, que está en un rincón entre la entrada a la Capilla Real y el edificio de la Lonja, en la calle Oficios.
En esta sacralización de la mezquita, convertida, en 1499, en parroquia por el Cardenal Cisneros con el título de Santa María de la O, por el recuerdo de la hazaña realizada el día 18 de diciembre de 1490 por Hernán Pérez del Púlgar, que eludiendo la vigilancia de los moros, entró por el cauce del Darro y llegó hasta la Mezquita Mayor, clavado en su puerta con su daga el letrero "Ave María", significando así su posesión en nombre de la festividad del día, la de Ntra. Sra. de la O o Esperanza.
Allí, a Pérez del Pulgar le construyeron su capilla, que aún subsiste, y en el mismo lugar que estaba, permanece hoy unida a la actual iglesia del Sagrario. Al otro lado del altar mayor, estaba la gran capilla de los Granada-Venegas de la familia real nazarí, convertidos al cristianismo, presidida por la imagen de San Pedro, que aún también la podemos contemplar, aunque con otra imagen realizada porteriormente.
Convertida en iglesia la mezquita, se construyeron altares para el culto cristiano y para alojar las imágenes destinadas a ella, como la del Santo Cristo de la Columna (que hoy está en la Catedral), otras se pondrían allí más tarde, como el Calvario, realizado hacia 1565, probablemente de Diego de Aranda, y que aún está en la iglesia del Sagrario, o Ntra. Sra. de los Remedios, que se pudo realizar hacia 1585-1595, para ser titular de la Hermandad de Nuestra Señora. Seguramente, la advocación de Remedios la adquiriría años más tarde.
Plano de 1704 de la Mezquita Mayor convertida, primero en Catedral, y hacia 1588, en Sagrario de la misma. Plano de los arquitectos José Sánchez y Sebastián Díaz. |
Posteriormente, en 1661, se procedió a reducir la mezquita-iglesia casi a su mitad, para en la zona que daba a la placeta de Alonso Cano (donde tenía la mezquita su entrada principal, de las cuatro con que contaba), realizar una sacristía, patio, cementerio, carpintería, dejando su zona derecha para culto, y en la que se situó la capilla bautismal y la capilla de Ntra. Sra. de los Remedios, que contaba con sacristía propia.
Curiosamente, al derruir la mezquita a partir de 1704, en la nueva iglesia del Sagrario, la que hoy conocemos, se situó la Capilla de Ntra. Sra. de los Remedios, prácticamente en el lugar que ocupaba en la antigua mezquita, y que es, donde aún hoy, se la puede venerar.
Pocas noticias se tienen, por ahora, de su hermandad, de la que pretendo recopilar las que he investigado. No se sabe a ciencia cierta el año de su fundación, pero tuvo que ser fundada antes de 1638, pues Enríquez de Jorquera ya da noticia de ella en este año. También, el estilo escultórico de la imagen, que pudo deberse al escultor Pablo de Rojas en su primera época, nos lleva a los años entre 1585 y 1600, en los que pudo realizarse dicha imagen y cercana a ella fundarse la hermandad. D. Manuel Gómez Moreno la data a la imagen a finales del siglo XVI, aunque D. Antonio Gallego y Burín dice, creo que por error, que es de principios de ese siglo.
Varias imágenes de este prototipo y época hay en Granada, como Ntra. Sra. de la Encarnación, del monasterio de su nombre; Nuestra Señora de la Paz de la iglesia de San Ildefonso o Nuestra Señora de los Favores de San Juan de los Reyes, atribuidas a Pablo de Rojas y que la realizaría entra 1585 y 1610.
Como decimos, hacia 1560, la mezquita mayor deja de hacer las veces de catedral, por haberse abierto al culto la parte finalizada de ésta, dejándose como Sagrario de la misma la antigua mezquita mayor, parroquial de Ntra. Sra. de la O. Algunas imágenes pasaron a la Catedral y otras nuevas se encargarían para el Sagrario. Puede que entre estas últimas estuviera la de Nuestra Señora de los Remedios, seguramente con la advocación de Nuestra Señora de la O, título de la iglesia-parroquia y única imagen mariana que allí había, que pronto suscitaría la devoción de los estudiantes de la Universidad, debido a la cercanía de la misma (prácticamente, frente al Sagrario), pues entonces la Universidad estaba en el edificio que después sería Curia Eclesiástica.
Curia Eclesiástica. Antigua Universidad de Granada |
La hermandad estudiantil, que probablemente existía con el nombre genérico de Hermandad de Nuestra Señora, fue objeto de agregación a otra anterior con sede en el Sagrario: la del Señor San Pedro, cuya capilla era la del enterramiento de la familia de los Granada- Venegas, que estaba situada a la derecha del altar mayor, dando su costado, a la hoy, calle Oficios y comunicaba con la Capilla de los Reyes ¿Magos?
La capilla de Nuestra Señora de los Remedios era la segunda más cercana a la puerta principal de la mezquita (la primera era la bautismal), llamada Puerta de la Librería, por dar a la calle de los Libreros. Estaba situada la capilla en la parte derecha de la zona que se había reestructurado para sacristía y servicios de la parroquia y verdadero atrio o pórtico del templo, donde estaba el baptisterio y dicha capilla. Aún, frente a ella, se conservaba parte de una de las naves de la mezquita con una fila de sus columnas; pues por esta zona, parte las otras naves se habían convertido en sacristía, carpintería y patio. La espalda de la capilla de los Remedios daba, a la hoy, calle Oficios, frente a la Alcaicería.
La de los Remedios es la segunda capilla de la derecha, con sacristía. La leyenda del plano, así lo manifiesta |
Enríquez de Jorquera ya nos informa de la hermandad en 1638, cuando el día 25 de septiembre, que era sábado, los estudiantes encendieron por la noche grandes fuegos de artificio y luminarias en la torre de la Catedral e hicieron una mascarada en la que salieron vestidos y actuando, seguramente con música, cuarenta hombres "mui lucidos" que hicieron disfrutar a la ciudadanía. Al día siguiente, domingo, adornaron las columnas de la que fue mezquita, pintándolas con betún blanco y torneados en azul los remates dorados (¿chapiteles?) para celebrar la misa predicada por el doctor Luis de Tello y Olivares, colegial del cercano Colegio de Santa Catalina. Esta gran fiesta se hizo en desagravio a Ntra. Sra. de los Remedios (1).
Dos años después, en 1640, el Viernes Santo de aquel año un libelo infamatorio contra la pureza y virginidad de María se había colocado en la esquina del Palacio de Cabildos de la ciudad (Palacio de la Madraza). Un enorme revuelo de indignación embargó a la ciudad, y con ello a todas las cofradías granadinas.
Dos años después, en 1640, el Viernes Santo de aquel año un libelo infamatorio contra la pureza y virginidad de María se había colocado en la esquina del Palacio de Cabildos de la ciudad (Palacio de la Madraza). Un enorme revuelo de indignación embargó a la ciudad, y con ello a todas las cofradías granadinas.
Muchas hermandades de la ciudad se aprestaron a realizar actos y procesiones de desagravio, empezando por la de la Soledad, que salió el Miércoles de Pascua de Resurrección con 1.500 hermanos, y la Cofradía de la Pasión del convento de la Stma. Trinidad, el Jueves de dicha Pascua (esta llevó a la Virgen de los Desamparados). Los siguientes días lo hicieron otras cofradías, como la de la Oración en el Huerto de San Antón, la de Ntra. Sra. de Guía y otras muchas más hasta un total de cincuenta manifestaciones de desagravio. Todas fueron en procesión hasta el monumento del Triunfo de la Inmaculada, teniendo que decretarse que las hicieran en sus templos, porque todos los días parecían festivos.
Aquel Jueves de Pascua, día 12 de abril de 1640, salió la hermandad estudiantil de Ntra. Sra. de los Remedios en una gran procesión de desagravios, por ser muchos el número de estudiantes, y a la que convidaron a las autoridades, aunque también estaba formada por a caballeros y ciudadanos de Granada. Abría la procesión el estandarte de la hermandad portado por noble estudiante D. Gaspar de Gadea, asistido por los condes de Santisteban (Benavides y de la Cueva) y del Arco ( Messia y Loaysa); les seguían innumerables hachas encendidas alumbrando a la imagen de San Pedro, patrón de la cofradía, y que era la primera vez que se recordaba haberla sacado a la calle en procesión. Por último, la sagrada imagen de Nuestra Señora de los Remedios precedida de los estudiantes " llevando bandas al cuello de colonias blancas, pendientes de ellas imajenes de la pura y linpia Concepción de oro" y el insigne Colegio de Santa Catalina. Regresó muy de noche al Sagrario (2).
San Pedro del Sagrario, titular de la hermandad |
Pero no quedaron ahí las celebraciones de desagravio de la hermandad de los Remedios, el domingo día 16 de septiembre los estudiantes celebraron una grandiosa fiesta con los mejores predicadores, interviniendo la música de la Santa Iglesia Catedral, cuyo prior D. Lorenzo Gutiérrez de Pineda dijo la misa. Para esta celebración el cabildo dio autorización para que repicaran las campanas de la torre de la Catedral desde la víspera, se enarbolaron banderas en ella y se iluminó esa noche con fuegos vistosos, tocando clarines, trompetas y cajas de guerra (tambores). La Virgen se colocó en el altar mayor en un altar extraordinario y por la tarde, terminada la fiesta, fue llevada en solemne procesión a su capilla (2).
La imagen de San Pedro que se describe en esta procesión de desagravios, no sería la que actualmente contemplamos en la capilla que existe detrás del presbiterio, pues ésta es atribuida por Gallego y Burín a José de Mora y, probablemente, se encargaría a este escultor, cuando intervino, en 1705, para dar su informe favorable a la traza de la nueva iglesia del Sagrario, que realizó el maestro mayor de la Catedral de Córdoba, F. Hurtado Izquierdo.
Quizá un grabado que se conserva del altar de Nuestra Señora de los Remedios no pueda acercar a la fisonomía que presentaba su antiguo retablo y de la propia imagen. A la Virgen se la representa con el Niño y cetro de plata, sobrevestida su talla con manto, como era costumbre. El retablo era de estilo renacentista, con dos hornacinas más pequeñas separadas por columnas a los lados de la de la Virgen, con las imágenes de San José y de una santa con custodia (¿Santa María Egipciaca o Santa Clara?). En el atrio la triple corona de San Pedro.
Muy deteriorada estaba la Mezquita Mayor a principios de XVIII, produciéndose derrumbes al construir el muro colindante de la Catedral, lo que llevó a la decisión de empezar, en 1704, la demolición de la Mezquita Mayor (Sagrario) y realizar en su solar una nueva iglesia, la actual, que no estuvo finalizada hasta 1759.
Con la desaparición de la Mezquita Mayor, que había servido de iglesia del Sagrario, y muchos años de Catedral, se demolieron las capillas de los nobles granadinos, como los Granada-Venegas, donde estaba la imagen antigua de San Pedro, aunque no, la de los Pérez del Pulgar, que se conserva adosada a la actual iglesia del Sagrario, en su parte que comunica con la Capilla Real. También, desapareció la Capilla de Ntra. Sra. de los Remedios, para construirle una en la nueva iglesia, prácticamente en el lugar donde estaba la antigua.
El nuevo retablo se realizaría, hacia 1765, por Nicolás Moya, al poco tiempo de inaugurarse la nueva iglesia. Es ya un retablo barroco en el que entre dos estípites aparece el pequeño camarín que cobija a la Virgen, y detrás de ella, a modo de gloria, un Sol radiante de ráfagas doradas y la simulación de un manto tras dicho Sol.
Después de realizado el nuevo templo, la hermandad continuó su existencia normal en el mismo, aunque pudo experimentar cierta decadencia en su componente estudiantil, cuando a la expulsión de los jesuitas de su Colegio de San Pablo, la universidad se trasladará, en 1769, a las dependencias de este colegio, con lo que la devoción de los estudiantes y su participación en la hermandad tendría que decaer por esa época.
Como correspondía a una hermandad estudiantil, era frecuente en sus hermanos la producción de algarabías y alborotos, lo que conducía con cierta frecuencia a que cayeran sobre la cofradía determinadas amonestación y sanciones por parte de la autoridad eclesiástica. No obstante, también formaban parte de ella personas de esclarecidos linajes nobiliarios de la ciudad.
No obstante la desaparición de la Universidad de las cercanías del Sagrario, nos encontramos que la hermandad subsistía y celebraba cultos en el año 1834 con el nombre de Venerable Congregación de Nuestra Señora de la O, vulgarmente Remedios. Probablemente se había convertido en una hermandad de carácter rosariano, tan abundantes en el siglo XVIII. Para el domingo, día 7 de septiembre de dicho año, anunciaba la función anual y principal que le dedicaba a la Virgen de los Remedios, que por esa época, seguramente mucho antes, le ofrecía por la festividad de la Natividad de la Virgen.
Ese día se anunciaba que los cultos eran a las 10 de la mañana y por la tarde procesión con la Virgen por las calles de costumbre, asistiendo a ella las autoridades de la ciudad, a la vez que se celebraba una feria que le dedicaban los feligreses a su patrona a las puertas de la iglesia del Sagrario y por la calle de la Lonja (hoy Oficios) (4).
Ya habrían casi desaparecido de su nómina de hermanos los estudiantes, caballeros veinticuatro y personas de esclarecido linaje y serían los vecinos del barrio y devotos los que la formaban, considerándola su patrona, y su celebración como las fiestas de esa zona del centro de la ciudad.
Tanto la feria, como la función del mes de septiembre, perdurarán, pues hay noticia de ello y de una novena previa en los años de 1853 y 1854, en la que predicaba D. Santiago Gutiérrez (5). Durante los años anteriores y posteriores, también se celebraría, predicando en 1858 el conocido orador D. Juan Nepomuceno Zegrí.
También se sabe que en el mes de mayo se le dedicaba a la Virgen de los Remedios la función de las flores, colocándola en un espléndido altar portátil. Incluso en 1887 el arzobispo autorizó a los vecinos a realizar un gran altar en la Pescadería para la procesión del Corpus Christi, en el que se colocó a la Virgen de los Remedios, junto con un San José y otras imágenes: " Un San José de la misma iglesia; un San Juan de las Carmelitas Descalzas; una Dolorosa de un particular; un gran crucifijo de talla y una Dolorosa de Santa Paula; una Virgen de la Angustias de D. José Linde. Un manto real de San Justo y Pastor. También contribuyeron las monjas del Ángel con los seis grandes candelabros que se colocaron el día de la Toma en la Capilla Real, más docenas de bombos de colores y dos docenas de velas".
Muy deteriorada estaba la Mezquita Mayor a principios de XVIII, produciéndose derrumbes al construir el muro colindante de la Catedral, lo que llevó a la decisión de empezar, en 1704, la demolición de la Mezquita Mayor (Sagrario) y realizar en su solar una nueva iglesia, la actual, que no estuvo finalizada hasta 1759.
Actual iglesia del Sagrario (1704-1759), construida en el lugar que ocupaba la Mezquita Mayor |
Con la desaparición de la Mezquita Mayor, que había servido de iglesia del Sagrario, y muchos años de Catedral, se demolieron las capillas de los nobles granadinos, como los Granada-Venegas, donde estaba la imagen antigua de San Pedro, aunque no, la de los Pérez del Pulgar, que se conserva adosada a la actual iglesia del Sagrario, en su parte que comunica con la Capilla Real. También, desapareció la Capilla de Ntra. Sra. de los Remedios, para construirle una en la nueva iglesia, prácticamente en el lugar donde estaba la antigua.
El nuevo retablo se realizaría, hacia 1765, por Nicolás Moya, al poco tiempo de inaugurarse la nueva iglesia. Es ya un retablo barroco en el que entre dos estípites aparece el pequeño camarín que cobija a la Virgen, y detrás de ella, a modo de gloria, un Sol radiante de ráfagas doradas y la simulación de un manto tras dicho Sol.
Después de realizado el nuevo templo, la hermandad continuó su existencia normal en el mismo, aunque pudo experimentar cierta decadencia en su componente estudiantil, cuando a la expulsión de los jesuitas de su Colegio de San Pablo, la universidad se trasladará, en 1769, a las dependencias de este colegio, con lo que la devoción de los estudiantes y su participación en la hermandad tendría que decaer por esa época.
Como correspondía a una hermandad estudiantil, era frecuente en sus hermanos la producción de algarabías y alborotos, lo que conducía con cierta frecuencia a que cayeran sobre la cofradía determinadas amonestación y sanciones por parte de la autoridad eclesiástica. No obstante, también formaban parte de ella personas de esclarecidos linajes nobiliarios de la ciudad.
Grabado de Ntra. Sra. de los Remedios de 1789, cuando está en su nuevo retablo barroco de la actual iglesia |
Ese día se anunciaba que los cultos eran a las 10 de la mañana y por la tarde procesión con la Virgen por las calles de costumbre, asistiendo a ella las autoridades de la ciudad, a la vez que se celebraba una feria que le dedicaban los feligreses a su patrona a las puertas de la iglesia del Sagrario y por la calle de la Lonja (hoy Oficios) (4).
Ya habrían casi desaparecido de su nómina de hermanos los estudiantes, caballeros veinticuatro y personas de esclarecido linaje y serían los vecinos del barrio y devotos los que la formaban, considerándola su patrona, y su celebración como las fiestas de esa zona del centro de la ciudad.
Tanto la feria, como la función del mes de septiembre, perdurarán, pues hay noticia de ello y de una novena previa en los años de 1853 y 1854, en la que predicaba D. Santiago Gutiérrez (5). Durante los años anteriores y posteriores, también se celebraría, predicando en 1858 el conocido orador D. Juan Nepomuceno Zegrí.
También se sabe que en el mes de mayo se le dedicaba a la Virgen de los Remedios la función de las flores, colocándola en un espléndido altar portátil. Incluso en 1887 el arzobispo autorizó a los vecinos a realizar un gran altar en la Pescadería para la procesión del Corpus Christi, en el que se colocó a la Virgen de los Remedios, junto con un San José y otras imágenes: " Un San José de la misma iglesia; un San Juan de las Carmelitas Descalzas; una Dolorosa de un particular; un gran crucifijo de talla y una Dolorosa de Santa Paula; una Virgen de la Angustias de D. José Linde. Un manto real de San Justo y Pastor. También contribuyeron las monjas del Ángel con los seis grandes candelabros que se colocaron el día de la Toma en la Capilla Real, más docenas de bombos de colores y dos docenas de velas".
A partir de la mitad del siglo XIX, la Corte de María, asociación de señoras devotas de distintas advocaciones marianas de la ciudad, también le rendían culto mensual los días 13 de cada mes, en los que la visitaban y le dedicaban plegarias.
Otra devoción y antiquísima hermandad, ésta de Ntra. Sra. de los Remedios, que se fue perdiendo irremisiblemente en épocas aún no muy lejanas. Una devoción, que partiendo de esta de la iglesia del Sagrario, se extendió por diversos puntos de la ciudad y de la provincia.
Así, se veneraba a una imagen de los Remedios en el Convento de la Santísima Trinidad, devoción impulsada por la Orden Trinitaria y que hoy veneran en la parroquia de San Juan Bautista que ellos regentan en el Polígono de Cartuja; otra imagen se veneraba en el Convento de San Antón con la advocación de Remedios, otra en el barrio extramuros del Fargue, otra en San Juan de Dios y otra del escultor Alonso de Mena en la iglesia albaicinera del Salvador, cuya imagen se perdió en el incendio de 1933. También diversos pueblos la tienen como patrona: Iznalloz, Pulianillas, Montefrío, Ambroz y Campotéjar, quizá llevada allí por sus Marqueses los Granada-Venegas, de los que hemos tratado.
En nuestro tiempo, los azares de la providencia han determinado que en 1980, una hermandad estudiantil y universitaria, como esta histórica de la que tratamos, adoptara la advocación de Remedios para su Dolorosa.
Pero en estos días de finales 2016, brota la esperanza de que se pueda reanudar el culto a Nuestra Señora de los Remedios. La Hermandad de San Sebastián, con sede en el Sagrario de la Catedral, y de la que ya traté su historia en este blog, ha puesto en un bello altar a la histórica Virgen de los Remedios para tributarle culto en la festividad de la Inmaculada Concepción. Lleva el Sol de rayos radiantes con un manto protector que parte de él, haciendo de baldaquino a semejanza como el que labrado en madera tiene en el camarín de su retablo, y en lugar del Niño lleva en su mano la Granada.
Muy loable es que algunas personas quieran resucitar del olvido a estas imágenes que a lo largo de los siglos han formado parte importante de la historia devocional de nuestra Granada.
Así, se veneraba a una imagen de los Remedios en el Convento de la Santísima Trinidad, devoción impulsada por la Orden Trinitaria y que hoy veneran en la parroquia de San Juan Bautista que ellos regentan en el Polígono de Cartuja; otra imagen se veneraba en el Convento de San Antón con la advocación de Remedios, otra en el barrio extramuros del Fargue, otra en San Juan de Dios y otra del escultor Alonso de Mena en la iglesia albaicinera del Salvador, cuya imagen se perdió en el incendio de 1933. También diversos pueblos la tienen como patrona: Iznalloz, Pulianillas, Montefrío, Ambroz y Campotéjar, quizá llevada allí por sus Marqueses los Granada-Venegas, de los que hemos tratado.
En nuestro tiempo, los azares de la providencia han determinado que en 1980, una hermandad estudiantil y universitaria, como esta histórica de la que tratamos, adoptara la advocación de Remedios para su Dolorosa.
Ntra. Sra. de los Remedios en cultos para la Inmaculada 2016. |
Pero en estos días de finales 2016, brota la esperanza de que se pueda reanudar el culto a Nuestra Señora de los Remedios. La Hermandad de San Sebastián, con sede en el Sagrario de la Catedral, y de la que ya traté su historia en este blog, ha puesto en un bello altar a la histórica Virgen de los Remedios para tributarle culto en la festividad de la Inmaculada Concepción. Lleva el Sol de rayos radiantes con un manto protector que parte de él, haciendo de baldaquino a semejanza como el que labrado en madera tiene en el camarín de su retablo, y en lugar del Niño lleva en su mano la Granada.
Muy loable es que algunas personas quieran resucitar del olvido a estas imágenes que a lo largo de los siglos han formado parte importante de la historia devocional de nuestra Granada.
1. HERNRÍQUEZ DE JORQUERA, Francisco, Anales de Granada, pág. 811. Edición facsímil. Archivum. Granada 1987.
2. HERNRÍQUEZ DE JORQUERA, Francisco, opus cit., pag, 849.
3. HERNRÍQUEZ DE JORQUERA, Francisco, opus cit., pags. 870-871.
4. BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GRANADA de 4 de septiembre de 1834.
5. BOLETÍN DEL CENTRO ARTÍSTICO de 6 de junio de 1887.6. Diario "La Constancia" de 4 y 3 de septiembre de 1853 y 1854.
7. Guías de Granada de M. Gómez Moreno y A. Gallego y Burín.
8. Notas del autor.
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