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viernes, 13 de diciembre de 2013

HERMANDAD DE NTRA. SRA. DE LA GRANADA Y SAN ANTONIO DE PADUA DE SAN GIL




Virgen de la Granada (1764) convertida en Virgen del Carmen en el siglo XIX. Foto A.Padial


Antonio Padial Bailón



LA HERMANDAD DE NTRA. SRA. DE LA GRANADA Y SAN ANTONIO DE PADUA 


Nace esta hermandad en una de las iglesias más céntricas de la Granada antigua, la del Señor San Gil, hoy desaparecida. Construido el templo inicialmente sobre la mezquita de los leñadores o del Al-Hatabín, estaba al inicio de la calle de Elvira en su entrada por Plaza Nueva. La iglesia desapareció en 1868 en la llamada "Revolución Gloriosa".

Dicho templo tenía dos portadas, la principal, que daba a la Calle de Elvira, la trazó Diego de Siloé, ejecutándola Juan de Maeda. Dicha portada era frontera a la entrada del Zacatín, que entonces llegaba hasta Plaza Nueva, y la otra portada daba a la calle del Pan. Casi todo el edificio estaba rodeado de casas adosadas al mismo, muchas de ellas propiedad de la parroquial, que las tenía alquiladas con una buñolería y una pastelería. 

En el Museo de Bellas Artes se encuentran desmontadas las portadas y la imagen de San Gil de la principal, realizada por Toribio de Liébana en 1560, y la que daba a la calle del Pan, con la imagen de la Virgen y el Niño de Baltasar de Arce.


PLAZA NUEVA Y SAN GIL

Esta advocación tiene su origen por los años cercanos 1240, cuando Fernando III el Santo conquista tierras andaluzas y del sur de Badajoz, entre ellas, la localidad de Llerena, que fue arrebatada a los moros por las tropas del maestre de Santiago, D. Rodrigo Íñiguez. Éste al establecerse en la localidad tenía al servicio de su capilla al capellán D. Pelayo Correa, al que se le apareció la Virgen en un huerto, entre las ramas de un granado, con el Niño en una mano y en la otra una Granada, prometiéndole la victoria sobre las tropas musulmanas. La Virgen le pidió "Ve a la ciudad, y avisa, como es voluntad de mi Hijo y mía, que se nos fabrique en este sitio un templo, que esté servido de canónigos regulares" (1).

Ante la incredulidad del capellán la Virgen hizo florecer y madurar milagrosamente al granado, ocurriendo tal suceso en el frío mes de febrero. La Virgen le entregó uno de sus frutos, diciéndole: "Toma, y llévate esta de seña". 


Virgen de la Granada del Colegio Mayor Albaicín
Por lo tanto, la iconografía típica de la advocación es la Virgen y el Niño con una granada en la mano. 

La imagen granadina, hoy ya no lleva la granada, aunque sí al Niño. Probablemente, se la suprimieron, cuando en el siglo XIX la imagen fue convertida en una Virgen del Carmen. De ello, trataremos más adelante.

Esta advocación está más extendida por Andalucía Occidental que por el antiguo Reino de Granada, estando presente en El Campillo, en Llerena, en Fuente de Cantos, en Guillena, Benacazón y en Puebla del Río, localidades de la que es patrona. Seguramente, alguno de los sacerdotes que estuvieron en la fundación de la hermandad procedía de un pueblo de los que veneraban a la Virgen de la Granada. 


Virgen de la Granada de Llerena

Ya la reina Isabel la Católica donó a la ciudad, nada más conquistarse su reino, una Virgen con la simbología de la "granada" y fue la Virgen de la Antigua, primera patrona que tuvo la ciudad.
    
De la hermandad se tienen escasos datos hasta el momento. Se funda, primeramente, bajo la advocación de San Antonio de Padua, sobre la base de una imagen del santo de tamaño pequeño donada en 1738 a la iglesia de San Gil por el canónigo del Sacromonte D. Vicente Pastor. De forma inmediata, surgió una Congregación de niños residentes en el término parroquial para darle culto a la imagen del santo.

Dicho canónigo, D. Vicente Pastor, donante de la imagen de San Antonio, es nombrado por la hermandad hermano mayor perpetuo de la misma  y, a su muerte, ocurrida en 1759, se nombró para sucederle a otro canónigo del Sacromonte, D. Joseph Montero, también con carácter vitalicio. 

San Antonio, titular de la hermandad. Imagen hacia 1738. Hoy en Santa Ana
Unos años después, en 1743, el sacerdote y comisario del Santo Oficio de la Inquisición, capellán del convento de franciscanas de Santo Ángel Custodio, D. Francisco Vinagre, elaboró sus constituciones y los hermanos solicitan la aprobación canónica de la hermandad por el provisor y vicario general de la diócesis D. Agustín Uriarte  (2). Desde esta fundación oficial, parece que se toma como patrona de la hermandad a la Virgen de la Granada, que posiblemente, tenía una hermandad preexistente.

Además de este cargo de hermano mayor perpetuo, que recaía en aquellos canónigos del Sacromonte, para el desenvolvimiento cotidiano de la hermandad contaba con cuatro mayordomos, posiblemente dos para cada una de las imágenes: La Virgen de la Granada y San Antonio.

Estos cuatro mayordomos están presentes en un pleito que se suscita en 1747 con la Hermandad de San Antonio de Padua del Convento de San Francisco "Casa Grande". Seguramente, el fondo del pleito estuviera en la duplicidad de título de ambas hermandades, que llevaría también a un conflicto en la petición callejera de las demandas de limosna. 

Para ese pleito la hermandad presentó sus constituciones al notario del arzobispado y, terminado el pleito, aun no se habían recogido en el año 1758, por lo que la hermandad comisiona a los cuatro mayordomos para recogerlas, que entonces eran: Tomás Barroso, Manuel Marín, Manuel de Lara y Juan Ferrer (3)
     
La hermandad tenía un fuerte componente clerical, aunque estaba abierta a los seglares. Así, en 1764, la cofradía contaba con treinta sacerdotes hermanos y unos doscientos seglares. 

NTRA.SRA. DE LA GRANADA DE SAN GIL. 1764 (Hoy en la iglesia de Santa Ana de Granada)

Ese mismo año de 1764, la corporación decide cambiar de imagen, sustituyendo a la antigua, que sería una imagen renacentista, pues  se dice que databa de 1549, por otra nueva que es la que hoy conocemos. 

Hace años, visitando la capilla del Colegio Mayor Albaicín - del Opus Dei- en la calle Fuentenueva, presidía el presbiterio una imagen de Ntra. Sra. de la Granada de la que me informaron que había sido donada por una señora granadina. Hasta el momento, es una incógnita el origen de esta imagen. 

Tal vez, pudiera pensarse que fuera la que tuvo primitivamente la hermandad o encargada en base a la devoción que suscitara la advocación "de la Granada", alentada por la cofradía. Alguna relación pudiera tener el encargo de la imagen con dicha devoción suscitada, pues son casi inexistentes en nuestra ciudad y su provincia, las imágenes de esta iconografía.   

Litografía de Ntra. Sra. de la Granada y San Antonio 1762. Casa de los Tiros.

Si observamos la anterior litografía de 1762, dos años antes de hacerse la imagen nueva, la Virgen tiene una actitud sedente, aunque la recreación que realiza la estampa, no quiere decir, necesariamente, que fuera conforme a la real actitud de la imagen. 


VIRGEN DE LA GRANADA. COLEGIO MAYOR ALBAICÍN.

La Virgen de la Granada del referido colegio mayor se presenta erguida con el Niño en el brazo izquierdo. Si nos atenemos a la referida estampa, habría que descartarla como la imagen primitiva que tuvo la hermandad, aunque no siempre los grabados coincidían con la realidad. Es más, la granada pudiera haberle sido añadida en tiempos posteriores.

La preciosa imagen de la Virgen de la Granada del Colegio M. Albaicín, tanto la Virgen, como el Niño, creo que se deben atribuir a algún seguidor del granadino Pedro de Mena. En ella están presentes parte de las características de sus imágenes femeninas: cara ovalada, tez pálida, naríz fina, boca pequeña, cabello largo peinado con raya enmedio, sin bucles, y cierta actitud hierática en la postura.       


VIRGEN DE LA GRANADA DE LA CAPILLA DEL COLEGIO MAYOR ALBAICÍN. 

Para la entronización de la nueva imagen  en la iglesia de San Gil, su sede, se organizó el martes día 10 de julio una procesión desde el cercano convento de San Francisco "Casa Grande", donde había sido depositada. La comitiva partió de San Francisco hacia la iglesia de las Angustias, para terminar en la iglesia de San Gil. Parece que acompañó a la imagen de Ntra. Sra. de la Granada la de San Antonio de Padua del citado convento, donde tenía una devota hermandad servida por los sastres de la ciudad.

La Virgen estrenó ese día "un riquísimo vestido nuevo...con mucho acompañamiento de luces y música". La procesión fue en forma de rosario, que bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Granada se había fundado. De estos párrafos del Padre de la Chica deducimos, que en esa fecha, la hermandad había tomado el carácter de rosariana, muy en boga en el siglo XVIII.  
               
La Hermandad de Ntra. Sra. de la Granada se preocupó de conseguir gracias e indulgencias papales, como la Bula concedida por Clemente XIII en 1760 a quienes visitasen y se encomendaran en su altar a la imágenes titulares. 

Desde su fundación por aquellos niños de la parroquia de San Gil y a lo largo de todo el siglo XVIII, la hermandad celebra cultos y funciones en las fiestas de sus titulares y ,seguramente, rosarios callejeros, como corporación rosariana (3).

La hermandad sufrirá los avatares negativos derivados de los acontecimientos desarrollados  durante el primer tercio del siglo XIX (Guerra de la Independencia y ambiente antirreligioso) que la llevarían a su desaparición. Probablemente, sin hermandad, sería el párroco y algún grupo de devotos los que cambiarían la advocación a la imagen, que ya la tenía antes de 1867.   

La parroquia de San Gil fue unida a la de Santa Ana en 1842, aunque siguió abierta al culto hasta su demolición en 1868, para ampliar la Plaza Nueva. Gran parte de sus imágenes y algunos retablos, pasaron al templo de Santa Ana, entre ellas, las de Ntra. Sra. de la Granada (Virgen del Carmen) y San Antonio de Padua, titulares de la hermandad ya desaparecida.

Santa Ana de Granada. Plaza Nueva 

En la iglesia de Santa Ana, la Virgen se colocó en el retablo, donde hoy se encuentra la Virgen de la Esperanza y, cuando ésta pasó a ocuparlo, la Virgen de la Granada se colocó en un altar de estuco que hay a la derecha del crucero de la iglesia.   

Su altar en San Gil estaba junto al presbiterio, a la derecha entrando, en el costado de la iglesia que daba a la Plaza Nueva. Según el folio 13 del inventario de 1867, tenía un retablo dorado con hornacina donde estaba la Virgen de la Granada "... en su centro en cancela de cristales la imagen de vestir de Ntra. Sra. del Carmen, llamada en otro tiempo de las Granadas con su Niño de talla" y el altar presentaba un frontal de piedra (4). Tanto la imagen de la Virgen, como el Niño (que pienso que no es el original) llevan dos bellas coronas de plata con ráfaga de rayos y estrellas. 


Peana de la Virgen de la Granada
Si nos fijamos en la peana de la Virgen (hoy del Carmen), lleva en ella una gran granada tallada y sobre ella unos querubines. Es el único detalle que nos recuerda que esa Virgen fue Nuestra Señora de la Granada de la iglesia de San Gil, titular de la antigua hermandad de su advocación. La procedencia de la imagen es, pues, de la iglesia de San Gil, como tantas otras que hay en la de Santa Ana, entre ellas, la imagen del Santo Sepulcro y la de Ntra. Sra. de las Tres Necesidades (hoy Esperanza). Que llegaron cuando se demolió en 1868 la iglesia de San Gil.

En el libro realizado sobre el patrimonio de ambas iglesias por el que fue párroco de San Gil y Santa Ana, D. Joaquín Villena Delgado, junto con su hermano D. Antonio, se explica dicha procedencia, sacada del inventario de San Gil que se conserva de fecha 1867. Según sus autores, el retablo barroco de la Virgen de la Granada y San Antonio hoy se encuentra en la iglesia del Hospital del Refugio, actualmente en el Callejón del Pretorio. Puede que fuera su retablo, porque se ajusta a la descripción del inventario. Dicho retablo se realizaría cuando se labró la imagen, en fechas cercanas a 1764.  

Las imágenes, un tanto olvidadas, permanecen en la iglesia de Santa Ana. Sin embargo, la advocación parece recuperarse a través de la nueva Asociación del Rosario de Ntra. Sra. de la Granada, sita en la iglesia parroquial de San Isidro Labrador. 


CAPILLA DEL COLEGIO MAYOR ALBAICÍN, PRESIDIDA POR  NTRA. SRA. DE LA GRANADA

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1. DE LA CHICA BENAVIDES, Antonio, "La gacetilla curiosa o semanario granadino...", papel XIV. 

2. ARCHIVO HISTÓRICO DE LA DIÓCESIS DE GRANADA, Legajo 11 F, pieza 13.


3. El citado archivo, legajo 404 F, varias piezas.

4. VILLENA DELGADO, Joaquín y Antonio, Arte y Tradición en la iglesia parroquial de San Gil y Santa Ana. Tomo II. Granada 2000.

jueves, 5 de diciembre de 2013

MUY ILUSTRE, ANTIGUA Y VENERABLE HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS FAVORES






Antonio Padial Bailón

Estamos ante otra gran devoción mariana desarrollada en el histórico barrio granadino del Albaicín, desgraciadamente casi desaparecida en nuestros tiempos, como tantas otras.

Se trata de la ancestral devoción a Nuestra Señora de los Favores, que en otras épocas fue considerada como Patrona del Bajo Albaicín; aquella zona conocida en tiempos musulmanes como del Rabad (Barrio) de la Cauracha, por existir en tiempos remotos en aquellos parajes una cueva, y también, del Rabad Haxaris o del deleite, llamado así en la parte mas cercana al río Darro, por las alamedas y cármenes que en el lugar existían (1).


San Juan de los Reyes. Iniciada en estilo gótico-mudéjar. Foto A. Padial
La Virgen de los Favores, siempre fue venerada en una de las más históricas y emblemáticas iglesias de Granada, la de San Juan de los Reyes, erigida en primera mezquita, que fue consagrada al cristianismo por los Reyes Católicos el 5 de enero de 1492. Se trataba de la mezquita Al- Ataibin o de los conversos cristianos que habían renegado de su fe, cuyo minarete del siglo XIII y del estilo de la Giralda de Sevilla, aun existe como torre de campanas. 





Minarete de la mezquita musulmana, al que se añadió cuerpo de campanas




La Reina Católica, gran devota de las Angustias de María al pie de la Cruz, donó un cuadro de dicha iconografía  para que se venerara en esta iglesia. Hoy, después de muchas décadas en que estuvo guardado, se puede admirar en el presbiterio de la iglesia, que ha sido restaurada hace poco tiempo. En la pintura podemos apreciar las figuras orantes de los Reyes Católicos. 



Cuadro de la Quinta Angustia., que donaron los Reyes Católicos
 
Otras obras de arte que pertenecían a esta iglesia se han ido recuperando tras su restauración, entre ellas, la Virgen de los Favores, que ha estado desde los años cuarenta del siglo pasado en la Sala de Beneficiados de la Catedral y hoy, por fin, está ya en su iglesia de San Juan de los Reyes. 

Después, la Hermandad del Santo Vía Crucis, que en esta iglesia albaicinera tiene su sede, ha recuperado la bellísima Dolorosa arrodillada atribuida a Torcuato Ruiz del Peral, que se veneraba desde hace años en la capilla del Colegio Mayor Loyola y que procede de esta iglesia de San Juan de los Reyes, estando inspirada en la Virgen Servita de José de Mora ( hoy Soledad del Calvario) . 


Dolorosa en el Calvario atribuida a Torcuato Ruiz el Peral, procedente de San Juan de los Reyes

Fundación de la Hermandad de Ntra. Sra. de los Favores

Las noticias de la fundación de la hermandad nos las proporciona el Padre de la Chica Benavides en su "Gazetilla Curiosa", afirmando que se fundó en la citada iglesia el día 6 de octubre de 1648. La hermandad funcionó sin reglas durante algunos años, hasta que estas fueron aprobadas el día 7 de setiembre de 1655, en el pontificado del arzobispo D. José de Argaiz y Pérez.

Todo ello quiere decir, que la imagen titular al ser obra atribuida al escultor alcalaino del último cuarto del siglo XVI, Pablo de Rojas, se veneraba en la iglesia desde bastante tiempo antes de contar con hermandad que la tuviera como titular. Sin embargo, dada la antigüedad de la talla, no habría que descartar, que antes de darle la advocación de Favores, quizá fuera la imagen de la hermandad que a principios del siglo XVII se titulaba Hermandad de Nuestra Señora, de la que nos da noticia el cronista Henríquez de Jorquera, y que tenía ya su sede en San Juan de los Reyes. 

Todas las características escultóricas de la misma hace que haya sido atribuida (Gallego y Burín) al maestro de la imaginería andaluza Pablo de Rojas, aunque Gómez Moreno la atribuía, erróneamente, a Alonso de Mena, nada más alejado del estilio de este escultor. Por lo tanto, su fecha de ejecución estaría hacia finales del XVI o principios de XVII.

MARÍA STMA. DE LOS FAVORES. San Juan de los Reyes

Es imagen de talla completa que parece representar una Inmaculada Concepción, aunque acertadamente, a mi juicio, el Padre de la Chica afirmaba que era una imagen de la Asunción.
"...se dice que su estructura es del Mysterio de su Concepción immaculada, pero la terníssima elevación de sus ojos, y Rostro es conocido aspecto de ser Imagen del Mysterio de la Assunción ".
Las constituciones empiezan asignando  a la Virgen la misión de "Salud de las Almas y amparo del prójimo. Esto persuade que el motivo principal para esta erección, sería el haverse conseguido algunos Favores en la invocación de María SS por medio de esta Sacratíssima imagen y por esta causa se dio el título de Favores a esta Señora".

Y continúa diciendo, que reunidos con frecuencia algunos devotos a rezar el Santo Rosario delante de esta imagen les llevó a decidir fundar una hermandad del Rosario, dándose estatutos (2).

Por lo tanto, viene a ser una de las primeras hermandades rosarianas en la ciudad, no específicas de dicha advocación. Pero no sólo era una hermandad cultual mariana, sino que también, lo era de sufragios y entierros, como comúnmente lo eran casi todas las de la época.

Con el advenimiento del arte barroco, la imagen de talla se va a sobrevestir con manto solamente, y también, con sayas, según se aprecia en los grabados de los siglos XVIII y XIX y una fotografía que se adjuntará. A sus pies una media luna de plata y una corona de igual metal, a la que hoy le falta la ráfaga.

El 15 de mayo de 1686, consigue la hermandad del Papa Inocencio XI una Bula de gracias y privilegios para los hermanos de la corporación. En ella, se le dio autorización papal, y probablemente se le agregó a una de las iglesias de Roma. Tan importante sería esta Bula y sus privilegios para la hermandad, que se consideraba de fundación Apostólica Romana. Por eso, a partir de esa fecha, ésta se consideraría como la fundación oficial de la cofradía.     

A finales del siglo  XVII y principios del XVIII, la hermandad sufre cierta decadencia de la que se repone, llegando bastante pujante a mediados de este último siglo, en que el se incorporan como hermanos diversos individuos y dignidades de la abadía del Sacromonte.

También, se instituye una memoria de misas ante el altar de la Virgen por Bartolomé Rodríguez Bozio y Quiñones, ante el escribano Francisco Munuera el 29 de abril de 1754, que aún persistía en 1790, para celebrar dos misas, una el día de San Bartolomé y otra en la Inmaculada Concepción.




Patrona de hecho del Bajo Albaicín

Por esas fechas de mediados del XVIII, parece que se van a instituir las fiestas del barrio en los días de su novena y función principal, que se realizaba en septiembre, en el primer domingo cercano a la celebración de la onomástica de la Virgen. En esos días de su fiesta, se hacía, asimismo,  el Jubileo de las 40 horas. 

El sábado anterior se celebraban las vísperas, a cuya conclusión se quemaba una castillo de fuegos artificiales en el Paseo de los Tristes, frente a la Cuesta de la Victoria, . La primera noticia de ellos la tenemos en septiembre de 1764 en la "Gazetilla Curiosa" del Padre de la Chica, probablemente se celebraban desde años antes. Se iluminaba toda la explanada y las cercas de los Miradores de la Victoria, convento de mínimos franciscanos, que daba y dan a dicho Paseo. Los fuegos los realizó el artificiero Joseph de Vargas, que los volvió a repetir el años siguientes (3) y predicaron en su fiesta distintos canónigos del Sacromonte, unidos a esta hermandad.    

Diversos arzobispos de Granada, como D. Francisco Perea, en el primer cuarto del siglo XVIII; Barroeta y Ángel en su segunda mitad y Moscoso y Peralta a finales del siglo concedieron diversas indulgencias a los que rezasen una salve delante de la Virgen y a los que en la hora de su muerte invocasen el Dulce Nombre de Jesús, de acuerdo con lo dispuesto en la Bula concedida por Inocencio XI. 


Ntra. Sra. delos Favores. Grabado e finales de 1783. Museo Casa de los Tiros


Además de la Fiesta de la Natividad de la Virgen, también la hermandad celebraba la de la Asunción el 15 de agosto, lo que nos puede indicar que la hermandad fuera consciente de que la iconografía de la imagen pudiera representar este misterio.

La siguiente noticia que tenemos de la hermandad es en 1833, en que se anuncia la celebración de su novena de septiembre y función principal (ese año el domingo día 22), predicando un trinitario descalzo, y por la tarde, salve con letanías y procesión claustral, tal vez por ser un año políticamente agitado no saldría a la calle (4). Y en el año 1847 se celebra el día 5 de septiembre con la asistencia   a la misa cantada de la Música de la Catedral.

En 1842, la parroquia de San Juan de los Reyes es suprimida y agregada a la de San Pedro, como ayuda de parroquia, quedando la iglesia prácticamente a cargo de la hermandad por esos años. 

A mediados del siglo XIX, se funda una asociación de señoras de la Corte de María, que la tiene por una de sus titulares, acudiendo a realizarle su culto los días 17 de cada mes. Esta corporación femenina los seguirá realizando a la imagen hasta los años treinta del siglo pasado (5).  

Celebrando sus cultos de forma más o menos normal por el resto del siglo XIX, dándonos noticias de ello la prensa  de la segunda mitad del XIX, para llegar en 1886, en el que la hermandad hace sus celebraciones de forma más extraordinaria que de costumbre, a fin de conmemorar el segundo centenario de su fundación. Recordemos que, aunque fundada en 1648 y con reglas de 1655, la hermandad consideraba como fecha importante la de 1686, año de la concesión por el Papa Inocencio XI de su Bula especial. Probablemente, con dicho motivo, la hermandad pudiera haber modificado sus constituciones fundacionales para incluir su nuevo carácter pontificio. 

Ya en esa fecha de 1886, en la que ya existía la fotografía, y con ocasión del II Centenario la fundación oficial de la hermandad mandó realizar una fotografía para repartirla a sus hermanos y devotos, en lugar de un grabado o estampa, como hasta la fecha se había realizado. Adjunto un ejemplar de dicha foto conmemorativa, que me donaron hace años (6). En ella se aprecia la imagen sobrevestida, como se hacía desde el siglo XVIII, o probablemente antes, enlazando sus manos manos juntas un rosario, predicando así su carácter rosariano.


Ntra. Sra. de los Favores sobrevestida. 1886. II Centenario 


En esta fotografía de 1886 la leyenda dice:

"Se fotografió con motivo del segundo centenario, de la fundación de su Ilustre Hermandad, autorizada canónicamente por S.S Inocencio XI, de feliz memoria, fechada en Roma en 15 de mayo de 1686; siendo mayordomos los Sres. D. José Toledo Muñoz y D. Vicente Tello Coronado". Verdaderamente, con esta aprobación papal, se le otorgaba carácter pontificio de la hermandad, según hoy lo entendemos.

Ambos mayordomos pertenecían a la alta sociedad granadina de la época. Los Toledo contribuyeron al establecimiento de los Escolapios en Granada, junto con los Duques de Gor, propietarios del Alcázar Genil y de las huertas próximas al Paseo del Violón, donde se estableció la Orden.  Los Tello, asimismo, tenían un palacete inmediato a este paseo, detrás del establecimiento El Ventorrillo, donde, en 1939, se fundó la actual Real Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, dando culto y procesionando a una Dolorosa que conservaban en la capilla del palacete. 

Otra iniciativa de la familia Toledo, concretamente de D. José Toledo, fue contribuir, en 1879, al establecimiento de los Redentoritas en la iglesia de San Juan de los Reyes, para lo que alquiló una casita aneja a la sacristía de la iglesia, propiedad de D. Juan Ramón Lachica y la habilitó para que viviera esta Orden, utilizando el ese templo como capilla, hasta su establecimiento definitivo en el Perpetuo Socorro (San Felipe Neri) . 

El mismo año (1879), tuvo lugar la entrega los Redentorista de la iglesia de San Juan de los Reyes, aprestándose a habilitarla, dado el estado lamentable de conservación que presentaba, por lo que invirtieron en ello la cantidad de 140.000 reales. El artesonado mudéjar estaba muy deteriorado, dejando pasar el agua, y se renovaron el arco toral y las  capillas (en una de ellas había un almacén de viejos sombreros clérigos) (7) (8).    

En estas pésimas condiciones en que se encontraba el templo antes de la llegada de los Redentoristas, es probable que la hermandad encontrara alojamiento provisional en alguna iglesia, tal vez, en la parroquia de San Pedro a la que se había agregado la  San Juan de los Reyes. Si esto ocurrió, sería desde 1871 hasta 1883, que es el periodo en que no hay noticias de que la Corte de María visitara la imagen. 


San Juan de los Reyes en la actualidad 

La obra para instalación de los Redentoristas fue terminada en 1883, y la iglesia fue declarada monumento nacional por Real Orden de 5 de junio de ese año. No obstante, el terremoto de día de Navidad de  1884 y del día de Reyes de 1885 causó daños en la iglesia y convento redentorista adjunto, con hundimiento parcial de la nave central y agrietamiento de la fachada(8). 

Sabemos que la imagen de la Virgen de los Favores estaba en San Juan de los Reyes en 1884, restaurada la iglesia, desde la que realizo su procesión en octubre de 1884, hasta la de San Pedro, acompañada del Arcángel San Miguel del Cerro del Aceituno. Fue la procesión por la calle San Juan de los Reyes a la Cuesta de Santa Inés, Carrera del Darro, San Pedro y subió por la Cuesta de la Victoria hacia su templo de San Juan de los Reyes.


La hermandad presentaba en este tiempo cierta prosperidad, una vez instalados en la iglesia los Redentoristas, pues a sus funciones de septiembre, predicadas por ellos, enviaba el Ayuntamiento  una comisión de concejales. En esos años, se celebraba un triduo con función principal, sermón, salve, letanías y gozos, que terminaban con la procesión por el barrio y fiestas en el mismo.

En 1890, los cultos fueron esplendidos con la asistencia de la Música de la Catedral, entonándose motetes, compuestos expresamente para la Virgen, por el Maestro Vila, y se tocó el "Stábat Mater", que se estrenó en su setena, cantado por el tenor Gómez, el contralto de la catedral, Ibáñez, y el bajo, Sr. Ramírez, "presentándose la iglesia lujosamente adornada en los siete días de la setena".  

Esos últimos años del siglo XIX y primeros del XX, se siguen celebrando el Triduo al inicio de septiembre, función, los demás cultos y la fiesta popular, con esplendor de iluminaciones de la iglesia y calles, con la celebración de la  misa del Maestro Prados y la orquesta del Sr. Gómez. El Ayuntamiento solía concederle a la hermandad en estos años alguna que otra subvención para el mantenimiento de estas fiestas del Bajo Albaicín.




Los Toledo y los Tello seguían estando unidos a la hermandad a principios de siglo XX ,  concretamente, en 1909, eran mayordomos,  Dª Mariana Tello, viuda de Toledo, y  D. Vicente Tello Martínez-Coronado, que costearon una gran función con tenores y barítonos. En esos años, gracias al apoyo de estas familias de la burguesía granadina se sostenían muchas de estas antiguas hermandades que aun subsistían. Los hijos de ellos continuarán de mayordomos en los años posteriores.

Parece ser, que en 1918, los cultos se celebraron en el Perpetuo Socorro (San Felipe Neri). Los redentoristas habían adquirido el templo de San Felipe Neri y abandonado San Juan de los Reyes en 1913, para vender el convento anejo a las monjas de la Presentación, donde, aún hoy permanecen con el Hogar Madre Teresa.

San Juan de los Reyes estaba en unas condiciones de deterioro importantes, especialmente por los daños de una tormenta de años anteriores, que lo mantuvieron medio cerrado al culto. Sin embargo,  en los años posteriores se siguen celebrando en él los cultos a Ntra. Sra. de los Favores, encargándose de ellos su hermandad con el párroco de San Pedro y el Padre Fernández Arcoya, hasta 1922.

Según los datos que poseo, fundamentalmente, de los periódicos consultados de la época, la hermandad celebra sus cultos en San Juan de los Reyes  hasta 1931, en el que por razones de inseguridad ciudadana en el Albaicín, debido a la quema de conventos de ese año, en el que se declara la República  los siguientes años de la Guerra Civil, la hermandad dejaría de celebrar allí sus cultos y, probablemente, muy decaída, nos volviera a celebrarlos más .   

La iglesia fue cerrada y la imagen de la Virgen de los Favores trasladada a la Catedral, a la Sala de Beneficiados, donde ha permanecido desde dicha Guerra Civil hasta que se ha restaurado, recientemente la iglesia de San Juan de los Reyes.

Después de la Guerra, a la iglesia albaicinera  se le realizaron reparaciones mínimas y estuvo cerrada al culto, hasta ser cedida por el arzobispado, en 1989, a  la hermandad de penitencia del Santo Vía Crucis de Jesús de la Amargura y Ntra. Sra. de los Reyes, para establecer su sede canónica en ella. La iglesia en malas condiciones de conservación fue otra vez cerrada, hasta su restauración, pensamos que definitiva, hace pocos años. Mientras, la Hermandad del Vía Crucis habilitó uno locales anejos a la zona de la sacristía para realizar desde su sede la estación de penitencia del Martes Santo.   
La Virgen de los Favores se recupera procesionalmente


Ntra. Sra. de los Favores en su salida de la Inmaculada de 2007

La Virgen de los Favores, fue recuperada para sacarla en procesión por parte de la Federación de Cofradías en 2007, para que presidiera la celebración de la Víspera del día de la Inmaculada Concepción y la función de ésta en la catedral. Fue la primera vez que pudimos verla en la calle las presentes generaciones de granadinos. 

Terminada la restauración de San Juan de los Reyes, la imagen fue devuelta y depositada, por fin, en su ancestral e histórico templo, y el año pasado de 2012, fue, nuevamente, elegida por la Federación y Autoridad Eclesiástica, para que volviera a salir en la procesión desde San Juan de los Reyes a la Catedral en la Vigilia de la Inmaculada. Sin  embargo, una fuerte lluvia impidió su salida, estando ya la imagen preparada en sus andas. 

      
Ntra. Sra. de los Favores. Salida de 2012 frustrada por la lluvia 

En 2013, volvería a salir el día 7 de diciembre, para presidir la Vigilia y Fiesta de la Inmaculada, aunque como hemos afirmado, su iconografía más bien pudiera representar al Misterio de la Asunción de la Virgen.    


Nuestra Señora de los Favores, Titular de la Real Hermandad del Santo Vía Crucis

Cuando  escribí este artículo, en 2013 decía que era otra de las hermandades centenarias de Granada, aun no extinguidas, que bien se podría reorganizar, para darle el culto que tuvo desde hace 365 años hasta épocas recientes.

Entonces no se sabía que dicho culto iba a ser restablecido, apenas tres años después, en 2016, pues el cabildo extraordinario de 4 de noviembre de este año, la Real Hermandad del Santo Vía Crucis decide incorporarla a la hermandad como titular. Para ello, modificará sus estatutos para pasar a denominarse "Real e Ilustre Hermandad del Santo Vía Crucis y Nuestra Señora de los Favores y Cofradía de Nazarenos de Jesús de la Amargura, María Santísima de las Lágrimas y Nuestra Señora de los Reyes".

Al menos, una gran satisfacción produce la recuperación de esta imagen por la citada Real Hermandad, si bien no se haya recuperado su antigua cofradía, aún no extinguida. De algo creo que habrá servido haber dado a conocer en este trabajo la historia de su ancestral hermandad, fundada en el 6 de octubre de 1648. Un informe sobre ello, para realizar los trámites pertinentes ante la autoridad eclesiástica, me solicitó en meses pasados el hermano mayor del Santo Vía Crucis, D. Salvador Garzón Cervilla. 

Hoy la sagrada imagen del alcalaíno escultor, Pablo Rojas, maestro de grandes escultores de ambas escuelas de la imaginería andaluza, como Martínez Montañés o Bernabé de Gaviria, volverá a tener su culto perdido hace más de ochenta años, incorporándose a la decana de las hermandades granadinas, la Real Hermandad del Santo Vía Crucis.  

TITULARES DEL SANTO VÍA CRUCIS


Jesús de la Amargura. José de Mora (Siglo XVII)


Ntra. Sra. de los Reyes. Pablo de Rojas (Siglo XVI)

Ntra. Sra. de las Lágrimas (Siglo XIX)

Ntra. Sra. de los Reyes. Antonio Asensio de la Cerda (S. XVIII)


    
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1. SECO DE LUCENA, Luis. Plano de la Granada Árabe. Granada 1910.
2. DE LA CHICA BENAVIDES, Antonio, Gazetilla Curiosa...papel XXII.
3. GAZETA DE GRANADA, en su número de 12 de agosto de 1765.
4. BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA 21-9-1833.
5. DIARIO DE GRANADA 1847 Y LA CONSTANCIA 1853.
6. PADIAL BAILÓN. Antonio. Archivo de datos.
7. EL DEFENSOR DE GRANADA de 6 de septiembre de 1884.
8. VALENZUELA ENTRALA, Alfonso.




martes, 24 de septiembre de 2013

ANTIGUA Y VENERABLE HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LA AURORA






Antonio Padial Bailón

La Virgen de la Aurora ha sido y lo sigue siendo, aunque hoy con el carácter de advocación Dolorosa, una de la devociones marianas más señeras del barrio granadino del Albaicín. Barrio extenso, único y a la vez diverso; uno de los lugares que hicieron a Granada eterna y universal; cimiento histórico de su antigüedad, sembrado hace tres mil años con la simiente ibérica de la ciudad de Eliberri o Iliberis en su aporte romano y epicentro primero y posterior refugio del alma musulmana-granadina.  

Barrio uno y diverso, decimos, porque sus paisajes urbanos, sus olores y sonidos son distintos en cada uno de sus diferentes ámbitos. Y la Aurora nació en uno de ellos, en aquel llamado de la Calderería, que retoma en la actualidad aquella entraña musulmana a la que nos referimos, en donde proliferan hoy, ya no los caldereros, pero sí una de las mezquitas, los sonidos de las cítaras, el rebab, los laudes y los olores de las teterías con sus efluvios del te y de la yerbabuena.  

Allí, en la Calderería albaicinera, nació la Hermandad de Ntra. Sra. de la Aurora, Virgen que nos vino anunciando el Sol del Verbo en aquellos contornos islámicos, donde las empinadas callejas se hacen remanso en la placeta de San Gregorio Bético, en cuya iglesia fabricó su nido hacia 1698, autorizándola el arzobispo Martín de Ascargorta.


PLACETA DE S.GREGORIO BÉTICO EN LA CALDERERÍA

Esta pequeña iglesia se alzó en el lugar en el que los Reyes Católicos mandaron construir una ermita dedicada San Gregorio Bético, obispo de Iliberis (Granada) en el siglo IV. La ermita se alzaba en este lugar de la Calderería donde, según la tradición, se enterraban los cristianos granadinos en tiempos islámicos. En el subsuelo existían también unas mazmorras donde se enterraban los mártires cristianos de la persecución islámica, entre ellos San Juan y San Pedro, de la Orden de Menores, que fueron arrastrados desde la Alhambra hasta este lugar, atados a las colas de los caballos por predicar el Evangelio.

En este lugar de tan rancia raíz cristiana asentaron, en 1686, su convento los Clérigos Menores de San Francisco Caracciolo, que reformaron y ampliaron la primitiva ermita con el templo actual en 1695, es decir, unos años antes de que se  fundase en él la Hermandad de Ntra. Sra. de la Aurora, que lo haría hacia 1698.

La Hermandad y su imagen

Es lo más probable, que de forma inmediata, la hermandad mandara realizar la imagen de su devoción a los escultores de la casa de los Mora. Hay cierta discrepancia en la atribución de su autoría, si a José o a Diego de Mora, aunque la opinión mayoritaria se inclina por este último, por presentar la imagen ciertas similitudes con la Inmaculada de la iglesia de San José, que fue titular de la hermandad de zapateros (de la que hemos tratado en este blog en la entrada inmediata anterior a esta).


Inmaculada de Diego de Mora. Titular de la Hermandad de San Crispín y San Crispiniano (Zapateros). Hoy en la iglesia de San José

La imagen de Ntra. Sra. de la Aurora fue bendecida en entronizada en 1698, concretamente el día 8 de mayo de ese año. Era costumbre en aquella época depositar la imagen recién labrada en un templo, donde se bendecía y, tras este acto, efectuar su traslado a su templo y sede eclesiástica. En este caso, la imagen fue depositada y bendecida en el cercano, entonces, convento de clarisas del Santo  Ángel Custodio, que se levantaba en la calle de la Cárcel Baja, en el solar donde se construyó en el siglo pasado el Banco de España. 

Aquel día partió la procesión del Santo Ángel, una vez bendecida la Virgen, para ser trasladada a San Gregorio Bético, aunque antes fue presentada a toda la ciudad de Granada, procesionándola hasta la Catedral y la Plaza de Bibrambla, centro neurálgico de la ciudad, para seguir hasta la Calle de la Carretería, hoy San Juan de Dios, y visitar el hospital de este santo de los pobres. Desde allí, al Campo del Triunfo, donde haría estación ante la Inmaculada de Alonso de Mena, sobre la columna de su triunfo allí situado. Su paso por la Puerta de Elvira la llevó por la calle de este nombre hasta la Calderería, para depositarla en la iglesia de San Gregorio, donde le iba a dar culto su hermandad. Llevaba el estandarte D. Manuel de Cañaveral, Marqués de Benalúa, flanqueado por el Marqués de Campotéjar y el de los Trujillos, también Duque de Gor, de la Casa de los Fernández de Bobadilla (1).  
He podido conseguir una imagen de la Aurora, pero con escasos pixleles

La imagen presenta la iconografía más genuina  de la advocación, modelo, seguramente, creado por la gubia de los Mora a finales del XVII y extendido por algunos pueblos de la provincia y las limítrofes, especialmente la de Córdoba en bastantes de sus pueblos de la subbética. Es decir, es imagen de talla completa, presentando una actitud sedente sobre una peana de nubes con querubines o angelotes con media luna a los pies. La cabeza coronada lleva la melena recogida en la nuca con los rizos de la misma expandiéndose sobre sus hombros, muy característica de las imágenes de Diego de Mora y parecida a la Inmaculada de la iglesia de San Gil, hoy en San José, que fue titular de la hermandad de zapateros. En la mano derecha porta la banderola con el anagrama de María y en la izquierda el cetro; el manto cae por la espalda, despejando la parte izquierda de la imagen y se enrolla en la cintura y cae por el hombro izquierdo para rodear el brazo donde porta el cetro.     


NTRA. SRA. DE LA AURORA DE GRANADA. Archivo de Casa de los Tiros

 La imagen granadina objeto de este trabajo no la conozco, por estar hoy dentro de la clausura del convento de la Piedad, de lo que más adelante trataremos. Pero nos podemos dar una idea muy exacta de la talla contemplando la litografía que se conserva de ella en el Mueso de la Casa de los Tiros y, también, por un cuadro realizado de la talla original, que se conserva en el monasterio albaicinero de la Concepción, que ha continuación ponemos y que ha abierto este artículo (2). Litografía y pintura presentan una concordancia muy exacta con el original de la talla.



Cuadro de la Aurora, hoy en el monasterio de la Concepción que representa exactamente a la talla original
En esos años de finales del XVII y durante el XVIII van a proliferar las hermandades marianas de carácter rosariano de las que esta de San Gregorio Bético llegó a considerarse matriz de muchas de ellas, proyectando su influencia a muchas de las hermandades de la Aurora de la provincia. 

Es posible que las dificultades y falta de independencia que suponía para las hermandades de Ntra. Sra. del Rosario, el que tuvieran que depender para su fundación de la aprobación de la Orden de Predicadores, que pretendía tener jurisdicción por concesión de bulas papales sobre la erección y régimen de las hermandades de Ntra. Sra. del Rosario, determinara a muchas de dichas hermandades rosarianas a evolucionar hacia la forma y advocación de Ntra. Sra. de la Aurora, para obviar la citada dependencia. Ello provocó algunos conflictos, como el suscitado en abril de 1699 entre la Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario de la iglesia granadina de San Ildefonso, de maestros y oficiales de tejer lienzos, y la Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario del convento dominico de Santa Cruz la Real (Santo Domingo). Otro caso similar lo tenemos con la Hermandad del Rosario de Ntra. Sra. de Gracia erigida en el mismo convento dominico, suscitado muy tempranamente, en 1578, entre esta hermandad y la Archicofradía (3).   


AURORA DE GABIA

Aunque muchas hermandades tenían instituido la realización del ejercicio del Santo Rosario, algunas de ellas empiezan a practicarlo como actividad procesional pública, instituyéndolo esta Hermandad de la Aurora de Granada en sus reglas fundacionales, que hoy conocemos gracias a que se conservan las de su filial del cercano pueblo de Gabia fechadas en 1709, que prescribía como principal obligación que todos los domingos y festividades del año se juntaran los hermanos al amanecer en la iglesia para salir en forma de procesión con el estandarte con la efigie de Nuestra Señora de la Aurora por la calles de la ciudad, con dos faroles y rezando a coros el Santo Rosario, sin hablar los unos con los otros para no quebrantar el silencio (4).

No obstante ser una hermandad rosariana, la de la Aurora del Albaicín en el siglo XVIII realizaba ciertas prácticas penitenciales públicas en la Semana Santa, acudiendo en procesión a realizar el ejercicio de la Vía Sacra a la ermita del Santo Sepulcro del Sacromonte.

La hermandad granadina, sita en San Gregorio Bético, va a servir de modelo y matriz a otras de la provincia y de las provincias limítrofes. Quizá la primera de ellas la hermandad de la Aurora de Tabernas en 1704 y, tras de ella, la de Gabia Grande en 1709 o la de Lucena en 1717...etc. (5) Algunas, como la de Motril, se habían fundado antes que la granadina, en 1679.

  
Virgen de la Aurora de Ogíjares

Como la mayor parte de las hermandades se regía por un hermano mayor y por un mayordomo, que nombraban a los oficiales, que se reunían en cabildo, teniendo como órgano principal  el cabildo o junta general. Era, asimismo, una hermandad de sufragios y entierro.

La hermandad de la Aurora celebraba cabildo de elecciones en el mes de septiembre, una vez finalizada la función principal. Esta se celebraba el día de la fiesta de la Virgen, 8 de septiembre, reuniéndose cada año en cabildo de elecciones dentro de dicho mes.

En fechas muy cercanas a su fundación obtuvo de Roma una serie de gracias e indulgencias concedidas por el Papa Inocencio XII, pues este Pontífice falleció en el año 1700, de las que a mediados del siglo XIX, circulaban unas impresas en 1802.

En septiembre de 1774 se produce un conflicto en la hermandad por no haber convocado el cabildo de elecciones con arreglo a sus estatutos. El hermano mayor saliente, Juan de Arce, había convocado el cabildo para el domingo 25 de septiembre sin avisar con el muñidor a todos los hermanos. Y se habían incumplido, además, las Reglas por haber nombrado dos mayordomos en lugar de uno, como prescribían aquéllas. Salieron elegidos para 1774-75 Marcos Díaz, como hermano mayor y Pedro Ruiz y Antonio Ximénez como  mayordomos.

Ello fue motivo de que no se le quisieran entregar las cuentas y bienes de la hermandad al mayordomo entrante Pedro Ruiz, lo que provocó una reclamación de este ante el Provisor de la Diócesis, D. Antonio de Vera, contra el mayordomo saliente, Carlos Joseph de Ortuña y Mascaraque, y su negativa a entregar los efectos de la hermandad e incumplir con ello los artículos 2, 3 y 4 de las Reglas. En el pleito solicitó que se convocase otro cabildo con las exigencias legales a las tres de la tarde del siguiente domingo, que nombrese hermano mayor, un mayordomo y secretario en presencia de notario.  

El fiscal del arzobispado informó al Provisor sobre la nulidad del cabildo por no haberse citado a todos los hermanos y no existir "quórum" suficiente, mandando al hermano mayor saliente, Juan de Arce, que convocase nuevamente el cabildo para el día 16 de octubre conla asistencia del notario. 

Sin embargo, no se sabe el motivo, el cabildo se celebró el día 30 de octubre, probablemente para dar tiempo a que los ánimos se sosegaran. En él se eligieron un hermano mayor, un mayordomo y el secretario, como solicitaba Carlos Joseph de Ortuña, que aceptó la elección, eligiéndose como hermano mayor al mismo Marcos Díaz y sólo un mayordomo, Pedro Ruiz, además de un secretario y doce consiliarios. 

Ello no obstante, esta vez la oposición vino por parte del fiscal del arzobispado, que declaraba no haberse celebrado, tampoco, "con arreglo a las constituciones nuebas y biejas de la hermandad de Ntra. Sra. de la Aurora...", si bien pedía al Provisor que sobreseyera el asunto, quedando firme la elección celebrada y que para el año siguiente de 1775 se celebrara de acuerdo con las reglas. Así fue aprobado por el Provisor el día 22 de diciembre de 1774, pero hasta finales de año no se entregaron los bienes a la nueva directiva (6).    

De los anterior se deduce que la hermandad había realizado otra regla o constitución  después de la fundacional de 1698 y antes de 1774.

Quizás en estas segundas reglas prescribía el ejercicio de la Vía Sacra, que la hermandad practicaba en Semana Santa al Sacromonte durante el siglo XVIII y principios del XIX.





Aurora de Alhendín
Con la ocupación napoleónica de la ciudad tuvo que ser escondida la imagen para evitar la rapiña del invasor en un subterraneo y a la salida de la ciudad de las tropas francesas, la hermandad se trasladó a la iglesia de los Hospitalicos, en la calle de Elvira, en 1814. En 1820 volvió a desorganizarse la hermandad, durante el llamado "Trienio Liberal" (1820-1823), para volver a reorganizarse cuando pasó éste y, finalmente, pasar, al menos la imagen y una vez exclaustrados los frailes de San Gregorio Bético, a la parroquia de San José.

 "...ya disuelta y arrojada su imagen tutelar en el fondo de un subterráneo, qual sucedió durante la dominación francesa en 808, ya restablecida en la iglesia Hospital del Corpus Christi en 1814, ya abolida segunda vez en 820, ya reorganizada en años posteriores y ya por último vuelta a disolver, dispersos sus miembros y recogida la efigie de María Santísima en la iglesia parroquial  de San José por la piedad y celo religioso de V.E.I al mismo que se debe el esplendor con que hoy se halla..." (7)

No sabemos, si el paso a la iglesia parroquial de San José se realizó desde el Hospital del Corpus Christi (Hospitalicos), en el que parece que estuvo hasta 1820, año en el que volvió a desorganizarse la hermandad, o volvió a San Gregorio Bético pasado el Trienio Liberal, donde permaneciera hasta la exclaustración de los Clérigos Menores y supresión de su convento en 1835-36, pasando, al menos la imagen, a la Iglesia de San José por mandato del arzobispo, donde el párroco mando colocarla en una capilla y tributarle sus cultos, seguramente ya con la hermandad desorganizada definitivamente.    



Ntra. Sra. de la Aurora de Otura

Intentos de nueva reorganización

Unos años después, en 1850, un grupo de devotos, junto a los hermanos que quedaban en estas fechas, escriben al arzobispo, Luis A. Folgueras y Sión, un documento solicitando la reorganización de la hermandad con nueva sede en la parroquial de San José, donde estaba en esas fechas la imagen, con su retablo.

El escrito lleva fecha de 30 de enero de 1850 encabezado por Francisco de Paula Madueño, librero de profesión, en calle de Cárcel Baja, que por carecer de mayordomos la hermandad y ser él uno de los hermanos más antiguos, tomaba tal iniciativa, junto con otras 39 personas más, entre ellos algunos hermanos, para que no se perdiese la devoción a la Santa Imagen ni sus cultos.

El arzobispo pide informe al párroco de San José, Diego de la Roda, que contesta el día 14 de febrero, afirmando que cuando se hizo cargo de la iglesia en 1842 "...hallé colocadas la mismas ymágenes que pertenecieron al templo del suprimido Colegio de San Gregorio Bético y, entre ellas, la dicha Virgen titulada de la Aurora... y no se ha presentado desde su traslación persona alguna que de particular o por hermandad haya tratado de dar culto a dicha Santa Ymagen...",  y añadía, que no había en el archivo documento alguno ni constituciones sobre la citada hermandad.

El arzobispado después del informe del cura de San José, no contesta a la hermandad, quizá porque ese año falleció el arzobispo Folgueras. Los reorganizadores vuelven a insistir dos años después, en 1852, ante el nuevo arzobispo, D. Salvador José de los Reyes, en escrito de 6 de mayo de ese año, adjuntando nuevas constituciones en otro escrito de 15 de julio para su aprobación canónica y solicitando, asimismo, que se aprobara la realización de los rosarios y vías sacras que realizaba la hermandad en otros tiempos. 

Analizando los puntos más interesantes de la nuevas constituciones que solicitaban se aprobaran podemos sacar los siguientes:

Que se reorganizaba la hermandad con sede en la iglesia de San José, donde se hallaba la imagen en esos momentos.

Que la procesión saldría en forma de Santo Rosario al toque del alba en todas las festividades de la Virgen y en la Ascensión del Señor.

Que en la festividad de todos los Santos y en el Viernes Santo se celebraría un Vía Crucis al cementerio o al Sacromonte con obligación de asistir todos los hermanos.

Se harían dos funciones solemnes: el Domingo Infraoctava de la Natividad de la Virgen y el de la Ascensión.

Pagarían los hermanos 12 reales de cuota mensuales.

Asistirá la hermandad al Santo Viático parroquial, cuando se diera a un hermano, con su estandarte, palio, tambor, dos campanillas y 24 luces.


Disponer de caja o féretro para los entierros con asistencia de 12 luces, aplicándose al difunto seis misas rezadas en el altar de la Virgen de la Aurora.

El arzobispo será presidente perpetuo de la hermandad, que la gobernará un hermano mayor, cuatro comisarios, un tesorero y un secretario, contando con dos capellanes con voz y voto, que los presentará la hermandad a la aprobación del arzobispo.  


Es interesante como las nuevas reglas regulan la procesión del Santo Rosario, a la que habían de asistir, al menos, doce hermanos para que se celebrara.

Se reunirían en la iglesia de San José, llevando el coro el capellán y rezándose el primer padrenuestro dentro de la iglesia y saliendo a la calle para rezar las avemarías, sin interrupción, tan sólo, para cantar las coplas de la Aurora de espacio en espacio. Si terminado el rosario el itinerario continuara, se seguirán rezando las tandas de avemarías hasta que se regrese al templo.

Pasó más de un año desde la presentación de las constituciones a la aprobación del arzobispado, sin que la hermandad recibiera noticias algunas de aquel, por lo que remite otro escrito a la autoridad eclesiástica el 31 de octubre de 1853 firmado por 22 componentes.

Esta vez  responde el arzobispado, alegando que estaba prohibida la erección de nuevas hermandades sin cumplir los requisitos de las disposiciones reales y se autorizaba, no obstante que, como devotos, le tributaran cultos a la Virgen en su capilla (8). 

Se aprecia en la desautorización por parte de la autoridad eclesiástica que era una excusa para rechazar la solicitud de los reorganizadores, pues no se trataba de nueva erección de hermandad, pues ésta no estaba extinguida canónicamente. No obstante, corrían pésimos tiempos para reorganizar y fundar hermandades en un siglo, como el XIX, muy convulso social y políticamente.  

Desde entonces, no se vuelve a citar a esta hermandad. La imagen quedaría en la iglesia de San José, recibiendo ciertos cultos por el párroco y devotos, hasta 1887 en que se cedió la iglesia San Gregorio Bético y sus dependencias a la monjas dominicas del Sancti Spiritus, que habían perdido su convento con la desamortización (8) (estaba este convento en lo que hoy es parte de la plaza de Isabel la Católica).

Es probable, que las monjas reclamaran algunas imágenes que estaban en San José procedentes de San Gregorio, entre ellas esta de la Virgen de la Aurora, donde permanecería hasta las revueltas de 1936, en que incendiaron parte de San Gregorio, obligando a las monjas de Sancti Spiritus a abandonar esta iglesia de la Calderería y unirse a las dominicas del convento de la Piedad. Con ellas se trasladó a la Virgen de la Aurora, donde hoy permanece dentro de la clausura de dicho convento de la Piedad (9). En este último convento la devoción a esta imagen se ha visto sustraída del fervor popular que antaño tuvo, para reducirse al privado que le dispensan las monjas dominicas. 

En el convento de la Piedad también se encuentra la imagen de San Gregorio Bético, realizada por Francisco Morales, según nos informa Gallego y Burín en su Guía de Granada. También nos revela la existencia de la imagen de la Virgen de la Aurora en dicho convento, atribuyéndola, con probabilidad a Diego de Mora, aunque afirma que la realizó en 1699 -en realidad fue un año antes, en 1698-.  

La iglesia de San Gregorio Bético, después de restaurarse tras la Guerra Civil por el Ayuntamiento, se cedió a una comunidad de monjas clarisas.

Pero la devoción a la Virgen de la Aurora no se perdería en el Albaicín. En 1945, cierto número de cofrades de la Hermandad del Santo Vía Crucis, deciden formar una cofradía, en principio filial de esta última, dirigiéndose al párroco de San José para que les cediera una imagen de la Virgen de vestir que se había encontrado en una alhacena de la iglesia, donde había sido escondida durante la Guerra. Se les dijo que aquella imagen sería, seguramente, la de la Virgen de la Aurora de San Gregorio, tomando, por ello, la advocación de aquella antigua devoción de tal zona de la ciudad.


Por lo visto, no conocían que la verdadera imagen de Ntra. Sra. de la Aurora, titular de la antigua hermandad, se encontraba en el convento de la Piedad y que la imagen cedida por el párroco no correspondía a la típica iconografía de la Aurora.


Lo cierto es, que Granada recupera en los años cuarenta del pasado siglo esta advocación albaicinera, con el carácter de hermandad de penitencia, para darle culto bajo la forma de Dolorosa, que nace en la iglesia de San José, donde estuvo, también, la imagen primitiva. 




La Virgen de la Aurora Dolorosa ante San Gregorio Bético en la tarde del Jueves Santo de 1987

Bella Dolorosa del siglo XVIII, esta de la Aurora, que hoy nos emociona, cuando cada Jueves Santo baja por las intricadas callejuelas de la Calderería para hacer estación de penitencia en la Catedral. Dolorosa de la Aurora Coronada a la que Granada ha ofrecido su más bella ofrenda con su coronación canónica ha poco más de dos años.


Este trabajo quiero que constituya mi "granito de arena" en el intento de dar a conocer nuestras hermandades y cofradías antiguas, así como rescatar del olvido aquellas imágenes que con ellas suscitaron la devoción del pueblo granadino en el pasado. ¡Ojalá! fuera posible la restitución al culto público de estas imágenes, que como la de la Aurora letífica, permanecen olvidadas dentro de las clausuras o en ocultos altares de las iglesias. 


Y Granada, el Jueves Santo, desde el mirador de la lona, convierte la luz de la tarde en milagro de la Aurora, para coronar la frente de tan excelsa Señora, paloma blanca que anuncia el amanecer de la Resurrección prometida.


VIRGEN DE LA AURORA DOLOROSA. Jueves Santo 2008


Y en el Albaicín,
te coronan los jazmines,
haciéndose ramilletes en el candor de tu frente.
Y te coronan,
las copas de los cipreses,
cuando la brisa los mueve
y las lilas,
que se asoman a las tapias de los cármenes.
Y te coronan,
los perfumes de los galanes de noche
y las campanas que repican en las torres.
Y te coronan los Arcángeles.
Y te coronan las fuentes.
Y, al bajar por Calderería,
la Media Luna de Oriente.
¡Vas coronada de Aurora
por la luz del cielo celeste!
Y te corona Granada
con rayos de amor ardiente.
Dolorosa compungida del Albaicín,
Reina sufriente.

( De mi pregón de Semana Santa 2012)





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1. LÓPEZ-GUADALUPE, Miguel Luis. Primitivas Reglas de la Cofradía de la Aurora, Revista Gólgota, nº36, de septiembre de 2007, pág.54.

2. PADIAL BAILÓN Antonio, La Virgen de la Aurora de San Gregorio Bético, una devoción Albaicinera...Revista Gólgota nº 58, diciembre de 2014.

3. ARCHIVO HISTÓRICO DEL ARZOBISPADO DE GRANADA, varias piezas.

4. LÓPEZ-GUADALUPE, Miguel Luis. Opus Cit. pág. 56.

5. PALOMINO RUIZ, Isaac, La "Aurora María": notas en torno a su devoción en tierras granadinas. Artículo en dialnet.unirioja.es.

6. ARCHIVO HISTÓRICO DEL ARZOBISPADO DE GRANADA, Legajo 30 F, pieza nº23.

7. ARCHIVO HISTÓRICO DEL ARBISPADO DE GRANAD, Caja Cofradías, pieza s/n.

8. GALLEGO Y BURÍN, Antonio. Guía de Granada, 1946.

9. PALOMINO RUIZ, Isaac, opus cit.