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domingo, 22 de junio de 2014

HERMANDAD DE LA LIMPIA Y PURA CONCEPCIÓN DE SANTA ANA







         MUY ANTIGUA, REAL Y PONTIFICIA                HERMANDAD DE LA PURÍSIMA             CONCEPCIÓN DE SANTA ANA

Antonio Padial Bailón

   
    La ciudad de Granada y concretamente sus cofradías fueron adalides en la defensa del misterio de Pura y Límpia Concepción de María, ya debatido durante el Concilio de Trento (1545-1563), aunque su proclamación como dogma fuera mucho más tardía, en 1854.


   Pronto caló dicho Misterio y devoción en el pueblo granadino, sus instituciones y en sus hermandades. Exponente de ello fue la erección a extramuros de la ciudad, en el lugar de la antigua maqbara o cementerio musulmán  de Shal al Malic, de uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad: en el lugar que después se llamó Triunfo de la Inmaculada Concepción o Triunfo, simplemente. El cabildo municipal acordaría el 20 de noviembre de 1621 levantar un monumento a Misterio de la Inmaculada Concepción de María que años después sería encargado al escultor Alonso de Mena y que fue colocado en lugar cercano adonde hoy está en 1638.  Desde entonces y hasta nuestros días el monumento a la Inmaculada y el lugar han sido un referente especial para la ciudad.

   Granada y sus cofradías han estado, y lo siguen estando, ligadas a la devoción inmaculista y a la defensa de este Misterio. De forma muy temprana surgen hermandades dedicadas a la devoción de María Inmaculada y nos atreveríamos a afirmar que no falta su imagen en las distintas iglesias, tanto parroquiales, como conventuales. 


IGLESIA DE SANTA ANA

   Una de ellas resalta por su enorme valor artístico sobre las innumerables imágenes de bulto que existen en la ciudad: la Inmaculada de la sacristía de la Catedral, referente del arte barroco, no sólo para la ciudad, sino también para el arte escultórico español y que nos legó el insigne escultor Alonso Cano. 

   La manifestación de esta devoción en la erección de hermandades y cofradías dedicadas a su culto va a ser prolija en la ciudad; hasta siete u ocho hermandades se dedicarán a su culto en ella. Una de ellas, de notable antigüedad y preponderancia, es la Hermandad de la Inmaculada Concepción de la iglesia de Santa Ana.



Fundación y Capilla 


  Ciertamente no se sabe el año de fundación de esta hermandad, aunque con toda seguridad sabemos que sus inicios fueron en el sigo XVI. En un artículo del periódico Ideal de Granada de 26 de diciembre de 1936, en el que se daba nota de los cultos de la hermandad, se afirmaba que su fundación fue en el año 1555, en tiempos del arzobispo D. Pedro Guerrero, y el día 6 de enero, celebración de los Reyes Magos, día en el que la hermandad celebraba la función de aniversario. Pudiera ser dicha fecha la de su fundación, dada al periódico citado por la propia hermandad y basada, seguramente, en la documentación en su poder.

   El documento más antiguo que he podido consultar sobre esta Hermandad de la Pura y Limpia Concepción de Santa Ana es de 1617, sobre la escritura de donación de su capilla en dicha iglesia y del que se deduce, que llevaba fundada bastantes años antes, por lo que no es inverosímil que se fundase en 1555. 

    Dicho documento de donación de la capilla a la hermandad se formalizó el día 6 de diciembre de 1617. Por el mismo, Dª Bernardina de Bobadilla, propietaria de la capilla y viuda, sin descendientes, de D. Melchor Pérez de Losada, otorgó escritura de donación irrevocable de la capilla a la hermandad con su retablo y dos sepulturas que existían en la misma. Acepta la donación el mayordomo de ese año, Antonio López, ante el escribano público Gonzalo Fernández, siendo testigos Alonso Pérez, Juan de la Questa y el presbítero Juan Morales. 

   En años anteriores, el esposo de doña Bernardina, don Melchor, ya había cedido de hecho la capilla a la hermandad: 


"[...e siendo bibo eredero mi marido dio la dicha capilla a algunas personas honradas que con buen zelo quisieron fundar una cofradía con la advocación de la Limpia Concession de Nuestra Señora y assi la instituyeron con hermano mayor, mayordomo y cofrades, donde se celebran los oficios de dicha advocación]"

    Si esta declaración se hace en la escritura de 1617, por ello decimos que la hermandad se fundaría años antes, en vida de su marido, D. Melchor Pérez de Losada.


Iglesia de Santa Ana. A la izquierda Capilla de la Inmaculada Concepción, al menos, desde el siglo XVIII

   Al documento que mencionamos se le une una Bula en latín del Papa Gregorio XIII, que murió en 1585, de concesión de gracias apóstólicas. Por lo tanto, antes de esta última fecha estaba fundada la hermandad y hace más cierto el dato de su fundación en 1555. Por ese tiempo, el arzobispo de Granada D. Pedro Guerrero participaba muy activamente en el Concilio de Trento, en cuya sesión V (1547) se trató sobre el pecado original, estableciéndose que nadie está exento de pecar o perder la gracia, ni evitar todos los pecados, aun los veniales, salvo especial privilegio de Dios, como la Bienaventurada Virgen María. Por ello, pudiera haber ocurrido que adquirido viveza en dicho concilio el debate sobre la Concepción Inmaculada de la Virgen fuera, en dichas circunstancias, alentada la fundación de la hermandad unos años después, en 1555.

   Entre las obligaciones que asumía en la citada escritura la hermandad estaban: el tener a la donante, doña Bernardina, como inquilina de la capilla, ya que en las sepulturas estaba enterrada su familia y, seguramente, también en ella se enterraría su cadáver; otra obligación era hacer una fiesta y vísperas cada año a la Asunción de Nuestra Señora, el día 15 de agosto, y misas cantadas por las almas de la donante y las de sus padres, Pedro Díaz de Espinosa y Antonia Díaz de Bobadilla y por el alma de su marido.
" [... para que en dicha capilla y altar se manifieste y enseñe su Santísima y Limpísima Consseción, como lo an hecho y espero la harán los cofrades a quienes encargo y espero pongan allí una tabla que se diga quien les hizo gracia de la capilla e la fiesta que por su ánima e defuntos an de hacer en ella cada año. Granada en seis días de diciembre de 1617" (1).

  La capilla, cedida a perpetuidad a la hermandad, era la segunda a mano derecha, según se entra en la iglesia, lo que quiere decir, que no es la actual en la que se encuentra la imagen, pues ésta es la tercera a mano izquierda (contando la bautismal), a no ser que hubiera error en la escritura o la hermandad cambiara de capilla cuando se hizo el retablo actual en el siglo XVIII, para sustituir al que aparece en la donación.

   De ser correcta la descripción de la escritura de donación, la capilla primitiva sería la que actualmente ocupa Ntra. Sra. de la Esperanza, trasladándose la Hermandad de la Concepción a la que hoy se venera la imagen, seguramente, a mediados del siglo XVIII. 

En esa antigua capilla, al ser desalojada por la Hermandad de la Concepción se colocó a Ntra. Sra. de la Candelaría de dicha iglesia, donde ha estado hasta hace pocas décadas, en que la ocupó la Hermandad de penitencia de Ntra. Sra. de la Esperanza, dónde hoy la veneramos. 


Posible primera capilla de la Hermandad de la Concepción, después fue de la Candelaria

   El Padre de la Chica Benavides nos dice en sus "Gazetillas", parece que refiriéndose al año 1640, cuando apareció en la puerta del cabildo de la ciudad (Palacio de la Madraza) el libelo difamatorio contra la virginidad de María y las cofradías se lanzaron a la calle en múltiples procesiones de desagravio, que la imagen de esta hermandad de la Inmaculada de Santa Ana fue la elegida para presidir la solemne fiesta de desagravios "[...y con mucha razón - dice el padre trinitario- , si en Casa de Sra. Santa Ana fue Concebida María Santísima, sin mancha del Pecado Original...] " (2). No era, desde luego, la actual imagen, porque como diremos más adelante, ésta se realizó o transformó en la segunda década del siglo XVIII.  

Imágenes 


   La hermandad tuvo que tener una primitiva imagen de la Concepción, seguramente realizada a finales del siglo XVI o principios del XVII, con la que se fundó la cofradía y a la que le dio culto hasta principios XVIII, en que encargaría nueva imagen, la que hoy conocemos, atribuida, según algunos, al nieto de Pedro Roldán, Pedro Duque Cornejo, durante su estancia en Granada (1714-1719), para realizar el soberbio Apostolado de la iglesia de Ntra. Sra. de las Angustias. También labró las manos actuales de nuestra Patrona y el retablo de Ntra. Sra. de la Antigua de la Catedral, entre otras obras importantes que dejó en Granada 3.

   Por tanto, entre 1714 y 1719, pudo realizar la imagen de la Pura y Limpia Concepción de Santa Ana y poco después,  entre 1719 y 1730, se pudo efectuar el magnífico retablo de estilo barroco churrigaresco, que podemos contemplar para dar cobijo a la Virgen y, a sus lados, sus padres San Joaquín y Santa Ana, probablemente del mismo escultor Pedro Duque Cornejo o, de forma más segura  es que sean obras de taller. 

   Últimamente se me ha proporcionado una publicación de Ana María Gómez Román "Torcuato Ruiz del Peral y el devenir de la escultura de Granada hasta mediados del siglo XIX" se alude a un documento encontrado en el interior de la talla, al que el erudito Gómez-Moreno González hacía referencia, que expresaba lo siguiente sobre esta imagen:

“a esta birgen se echo cabeza nueva y le conpuso el cuerpo dn. Antonio Camacho abeintidos de otubre de 1755 reinando nuestro señor fernando el sesto que Dios ge. Y lo firmo el escribiente siendo discipuos de Dn. Torcuato Ruiz. Nicolás Pérez”. Esta nota a la que se refería Gómez Moreno, su hijo Gómez-Moreno Martínez se encarga de aclarar que se refería a la Concepción de de la iglesia de Santa Ana 4.

   De la nota se deduce que lo que se hizo fue ponerle una cabeza nueva y componer el cuerpo, es decir, se realizó una retalla de la imagen, que no podría ser otra que la primitiva que tuviera la hermandad, desde que se fundó la misma en la segunda mitad del siglo XVI.

  El escultor Antonio Camacho era discípulo de Torcuato Ruiz del Peral, que ayudaba al maestro, especialmente, en las labores de restauración a partir de mediados del siglo XVIII. Una noticia más en esta constante revisión para componer, a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI, el puzzle  del origen e historia de nuestras imágenes.


  Seguramente, por estos años de mitad del XVIII sería cuando la hermandad se convierte en rosariana, pues en el inventario de 1753 aparece como Hermandad del Rosario de la Purísima Concepción. 


   La hermandad parece que pudo querer representar en este retablo la simbología simplificada del Árbol de Jesé o la de los Tallos o, tal vez, de la Puerta Dorada, una de las de la muralla de Jerusalén, por donde entraría el Mesías a la ciudad y en la que esperan dos personajes a ambos lados, que se identifican por la tradición apócrifa como San Joaquín y Santa Ana, ésta, por otra parte, titular de la iglesia parroquial sede de la hermandad.

   En el inventario de la iglesia, que se realiza en 1764, se dice: "dos diademas que sirben al Sr. Sn Joachín y Sra. Stª. Ana en dicho altar. Bastón del Santo". Ambas diademas las mantienen las imágenes, aunque no el bastón que era de plata y el arzobispo en 1842 autorizó su venta y se le colocó uno de madera (hoy no tiene ningún bastón). Estas mantienen su policromía original.

   La Virgen, sobre una alta peana en pan de oro, posa sus pies sobre una nube poblada de querubines y los símbolos de su advocación: la media luna de plata y gran  corona, también de plata con la ráfaga de doce estrellas. En el inventario de 12 de octubre de 1764 se refleja con corona de imperios y cruz por remate, que pesa 55 onzas de buena plata y media luna, que pesa 28 onzas de plata ordinaria. Sin embargo, la antigua corona no es la actual, que es de 1919, donada por Dª. Encarnación Vizcaíno, según inscripción en la misma. Sí es original la media luna, realizada por el platero de Jaén Luis de Guzmán (5)

  El escultor tal vez se inspirara en el Eclesiastés para realizar la imagen, según criterio de D. Joaquín y D. Antonio Villegas Delgado "...el manto ondulado al viento, es como la cimbreante palma de Cadés". 

 La imagen sufrió una desgraciada restauración en su policromía en los años veinte del pasado siglo. Comentan los Sres. Villena en su libro, que el restaurador Giménez Mesa, dijo que siendo aprendiz asistió al atentado artístico que se cometió en la imagen, a la que cubrieron con serrín húmedo para que se hinchase la madera y la pintura original se desprendiese con mayor facilidad. Por lo visto, el azul del manto no se respetó y se le suprimieron los escalfados que llevaba la túnica. 


   El cambio de imagen y la realización de las de San Joaquín y Santa Ana, así como, el magnífico retablo y demás alhajas, denotan un gran vigor de la hermandad tanto en el aspecto económico como en el cultual durante la primera mitad del siglo XVIII.

  La hermandad contaba con determinadas casas en propiedad o a censo legadas por devotos y hermanos; una de ellas hipotecada por Alonso de Osegosa y Mendoza, rector de la Alcaicería, para que se diera a censo o alquilara y con su producto costear el aceite de la lámpara que alumbraba a la imagen de la Concepción (hoy tampoco existe la lámpara). La casa se situaba en la, también, llamada calle de la Concepción, así denominada por existir en dicha calle y en la casa un lienzo o cuadro con dicha imagen por lo que se pagaba un censo al Convento de Santa Cruz la Real (esta calle es la que baja desde la plaza de la Mariana, en cuya esquina está el popular Café Futbol).  

    En 1701, el hermano mayor Juan Ximénez Ríos y el mayordomo Gerónimo de Cassanoba, la dieron a censo a Cristóbal Díaz con autorización del Prelado Martín de Ascargorta (6)

  En 1741 era hermano mayor Juan de Hermo, mayordomo Bartolomé Bastida y secretario Francisco de Villar Bahamonde y reunieron a la hermandad en cabildo nada más tomar posesión para que diera licencia para alquilar o vender a censo por el precio de 100 ducados otra casa propiedad de la hermandad situada a la salida del segundo puente de Darro.

  El Provisor y Vicario General, Alonso de Guzmán y Bolaños, autorizando la venta, ordena que su importe no se gaste en quitar deudas, sino para pagar las misas de unas memorias, pero ante la necesidad de realizar importantes obras en la casa, en la que se habrían de gastar más de 150 ducados por estar inhabitable, la hermandad consiguió venderla en 1742, después de más de un año, a un tal Gaspar de Morales, que pagó por ella 400 ducados (7).         


San Joaquín, atribuido a Duque Cornejo hacia 1718

   Ocupada Granada por las tropas francesas en enero de 1809, la ciudad se apresta a celebrar una serie de rogativas a las imágenes de más devoción para implorar por el fin de la contienda. Al mes siguiente de la ocupación napoleónica, a mediados de febrero de ese año, las hermandades de la Purísima Concepción de Santa Ana y la del Señor de los Dolores, sitas en la misma iglesia, organizan una procesión de rogativa con sus imágenes hasta la iglesia del Convento de San Agustín, sede de la Hermandad del Sagrado Protector de Granada, no cabe duda que para postrarse a los pies del Stmo. Cristo de San Agustín e implorar su protección (8)


Inmaculada de Santa Ana
  El día 5 de marzo se vuelve a repetir la procesión de rogativas con ambas imágenes, pero esta vez a la iglesia del   convento de las Madres Agustinas (actual iglesia Magdalena). 

Cristo de San Agustín








Señor de los Dolores (Hoy Resucitado)













   A lo largo del resto del siglo XIX la hermandad se mantendrá activa con sus cultos de reglas, aunque sufriría las vicisitudes negativas para la hermandades en una época tan conflictiva en los aspectos sociales y políticos. 

   Vuelve la hermandad a tener una actividad floreciente a finales de dicho siglo o principios del  XX. Así, en 1909, la hermandad forma parte con su estandarte azul de la procesión del Santo Entierro Antológico, según nos dice el diario El Defensor de Granada. También lo hará en los siguientes años, al menos, hasta 1939 acompañando a la Hermandad del Santo Entierro, sita en la misma iglesia.

   En 1912, la hermandad anuncia sus cultos y función principal del día 6 de enero, festividad de los Reyes Magos. Siempre que lo hace en estos años se la nombra con el título de "Muy Antigua, Real e Ilustre Hermandad de la Purísima Concepción, canónicamente establecida en la iglesia de Santa Ana"; incluso, en algunas ocasiones aparece con el de Pontificia.

  No sabemos en las fechas en las que adquiriría dichos títulos, pero la importancia de la hermandad, que se ha mantenido hasta tiempos muy recientes, denota que fue especialmente atendida por la Santa Sede y la Monarquía.

   A los largo de los años veinte del pasado siglo, eran muy solemnes sus funciones a las que asistía capilla de música con barítono, como la del Maestro Vidal y grandes predicadores de la ciudad, siendo hermano mayor en 1918 y 1921, D. Francisco Maldonado. De este último año se conocen los componentes de su junta de gobierno. Tenía como mayordomos a Miguel González, Dativo Garrido, José Álvarez, Manuel Ocaña, Luis Jardo y José Gallego; tesorero, Alejandro Álvarez Pareja y secretario, Francisco Fajardo (9). En 1936, aparece con un hermano mayor perpetuo en la persona de D. José González Medina. Otros hermanos mayores fueron: D. Antonio Fajardo en 1929 y en 1942, D. José Medina Rosales.


Santa Ana de la Capilla de la Concepción ( Atrib. Duque Cornejo) 

   Por estas funciones anunciadas en la prensa sabemos que los cultos y función principal las celebraba la hermandad el día de los Reyes Magos, aunque la novena a la Virgen Inmaculada se hacía los días antes de su festividad, 8 de diciembre, probablemente con otra función dicho día.

   Por los años treinta del siglo XX aparece unida la hermandad la Congregación de Coros de la Purísima, que le dedicaba cultos mensuales los días 8 de cada mes y al Real Cuerpo de Mayordomos de Honor. No sabemos si estas congregaciones se crearon por estos años o eran instituciones de la hermandad desde épocas antiguas (10).

   El día de los Reyes Magos de 1949, el diario Ideal da la noticia de la función aniversario de la fundación de la hermandad y la titula como Pontificia y Muy Antigua Real Hermandad del Santísimo Sacramento y de la Purísima e Inmaculada Concepción de Santa Ana. Igual noticia da el diario Patria y con el mismo título el 6 de enero de 1957. Ello nos lleva a pensar que ambas antiguas hermandades, la del Santísimo y la de la Concepción, se habrían fusionado en una sola, sin que sepamos la época de tal fusión y si la fecha que se da de 1555, como de fundación, se correspondiera con la fundación de la Hermandad del Santísimo.

   A partir de 1958, no tengo recogidas más noticias de la hermandad. Probablemente, siguió con cultos durante los años sesenta del pasado siglo y, paulatinamente, quedó sin actividad, tras más de cuatro siglos de existencia. Esta histórica hermandad sigue viva canónicamente y es de desear que su restablecimiento se produzca antes de su extinción.



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1.ARCHIVO HISTÓRICO DEL ARZOBISPADO DE GRANADA, Legajo 13 F (c), pieza 59.

2. DE LA CHICA BENAVIDES, Antonio, Gazetilla Curiosa o Semanero Granadino, papel XVI de 23 de julio de 1764.

3. VILLENA DELGADO, Joaquín y Antonio, Arte y Tradición en la iglesia de San Gil y Santa Ana, págs. 80 a 86, Vol.II.Granada 2000.   

4. GÓMEZ ROMÁN, Ana María, Torcuato Ruiz del Peral y el devenir de la escultura en Granada hasta mediados del siglo XIX. Bol. Cen. Pedro Suárez, 21, pág. 362. 2008.  

5. ARCHIVO HISTÓRICO DEL ARZOBISPADO DE GRANADA, legajo 14 F (a), pieza 3. 

6.  El citado archivo, legajo 14 F (a), pieza 2. 

7.  Diario de Granada de febrero de 1809.

8.  El Defensor de Granada de 21 de diciembre de 1921.

9 y 10. Diversos Periódicos de la época. 


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