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domingo, 26 de abril de 2015

HERMANDAD DE LA DIVINA PASTORA DE GRANADA








Antonio Padial Bailón


I.  Antecedentes de una devoción 

       La referencia a la Virgen María como pastora de las almas es antigua, aunque escasa e imprecisa (escritos de Juan el Geómetra, s. X, San Pedro de Alcántara, San Juan de Dios y otros), sin embargo, la concreción y difusión de esta advocación y devoción parte de la visión mística que experimentó el capuchino Fray Isidoro de Sevilla.       

      Dicha visión o sueño de Fray Isidoro interpreta la misión de la Santísima Virgen como Pastora de las Almas, tuvo lugar en el convento de Sevilla el día de San Juan Bautista, 24 de junio de 1703.

Fray Isidoro, comunica la visión al pintor onubense Alonso Miguel Tovar (1678-1752), discípulo de Murillo, que la interpreta en un boceto que presentó al fraile capuchino, dándole su conformidad por ser su descripción pictórica conforme al sueño que tuvo y autorizándole a realizar un lienzo de conformidad con el boceto.

El pintor representaba a la Virgen sentada en una roca y vestida de pastora, acariciando con la mano derecha a un cordero, y con la izquierda manteniendo unas rosas.



Unos meses después, Fray Isidoro organizó una procesión del Rosario el día 8 de septiembre, Fiesta de la Natividad de la Virgen, con el cuadro de Tovar fijado al estandarte, que fue desde la iglesia de San Gil hasta la Alameda de Hércules de Sevilla. Fue grande el concurso de gentes a aquella manifestación mariana, de forma que pronto se extendió la devoción por toda la ciudad, trasladándose en años sucesivos al resto de los conventos capuchinos de Andalucía y del resto de España. Más tarde, la devoción se traslada a las provincias de ultramar, impulsada por los capuchinos españoles. 

Unos días más tarde, el 23 de septiembre de 1703, ya se había fundado en la iglesia de San Gil, con reglas redactadas por Fray Isidoro, una Hermandad para dar culto a esta advocación y procesionar su imagen realizada por el escultor Ruiz Gijón y depositada en 1705 en el convento de la Encarnación, donde las monjas la ataviaron por primera vez de pastora. 

Otra versión de la Divina Pastora de Alonso Miguel de Tovar
Poco tiempo estuvo la hermandad en San Gil, trasladándose a la iglesia de Santa Marina, donde los Marqueses de la Motilla le cedieron una capilla.

En el propio convento de capuchinos fue fundada después otra hermandad, así como en otros lugares de la ciudad y pueblos de aquella zona.

Divina Pastora de Santa Marina 1705,  atribuida a Ruiz Gijón

La Divina Pastora en Granada

El convento granadino de Capuchinos no podía ser menos en el impulso de la devoción a la Divina Pastora, y fue el primer convento capuchino en exponer una imagen de esta advocación a la devoción de los fieles, aunque fue retirada por del culto por un decreto de 1718 del Definitorio Provincial de la Orden. 


Convento de Capuchinos antes de su demolición en los años 60, para hacer el nuevo

Ochenta años se tardó en volver a exponer al culto en los capuchinos granadinos la imagen de la Divina Pastora y fue por otro decreto del Definitorio de 1798, que se hizo extensivo a todos los conventos capuchinos que no tuvieran la imagen, entre ellos, el de Granada.


Sería fray Manuel de Sanlúcar de Barrameda (después obispo auxiliar de Santiago de Compostela) a su regreso de América, quien encargaría la talla en madera de la imagen al escultor Manuel González Santos (1765-1848) a finales del siglo XVIII o comienzos del XIX (1). Último escultor  de la Escuela Granadina, fue hijo del también escultor Felipe González, cuyo taller era el más relevancia de finales del citado siglo.

La devoción no sólo se extendería por la ciudad sino también por otros pueblos del antiguo Reino de Granada. En lo que hoy es nuestra provincia, adquirirá raigambre especial en Motril y Gójar. En Motril es la Venerable Orden Tercera la que encarga en 1746 al escultor malagueño Fernando Ortiz, con raíces en el pueblo granadino de Albuñol, la hechura de la Divina Pastora y desde entonces se la ha venerado y procesionado, aunque la imagen actual es básicamente de Sánchez Mesa, que aprovecha la mascarilla de la antigua imagen, destrozada en 1936. 

En Gójar, localidad que la venera como Patrona, se funda su hermandad en 1745 y se encarga la imagen actual (antes tuvo otra) en 1753, muy probablemente, dada la fecha y características de la imagen, al escultor Torcuato Ruiz del Peral (2).


Divina Pastora de Gójar 1753

Otro pueblo granadino de tradición devota a la Divina Pastora es el de las Albuñuelas en cuyo convento franciscano, hoy parroquia, se venera la imagen. Primitivamente era una imagen con la iconografía de la Soledad al pie de la cruz o de las Angustias, para transformarla en Divina Pastora, añadiéndole un sombrero (que hoy no tiene), tres ovejas e, incluso, tuvo una figura de un lobo, según un inventario de la iglesia de 1841(3). Parece imagen de taller de finales del XVIII, quizás pueda deberse al del escultor Felipe González.  


                          Divina Pastora de Albuñuelas


Probablemente Granada contara con alguna hermandad o asociación de devotos de la Divina Pastora, al menos, desde que fue encargada la imagen actual, hacia finales del XVIII o principios del XIX. Con la exclaustración de los frailes en 1835-1836, el cura de San Ildefonso, parroquia a la que pertenecía el convento pidió  en noviembre de 1837 las imágenes de la Divina Pastora y San José de pero se había dictado una Real Orden el 27 de mayo de ese año disponiendo que las imágenes fueran al Museo que se estaba formando en el Convento de Santa Cruz la Real, donde estas imagenes ya se habían trasladado (4).

Después dichas imágenes se trasladarían al monasterio de San Jerónimo, junto con otras imágenes del convento capuchino por Fray Rafael María de Sevilla, donde ciertamente la Divina Pastora estaba ya antes de 1848, año en el que también muere su autor, el escultor Manuel González. 

Inmediatamente, se podrán a subasta el convento e iglesia, que terminó siendo propiedad de D. Manuel López Barajas y Dª. Juana de Dios Cuadrado, benefactores de los capuchinos, con el propósito de devolver los inmuebles cuando regresaran los frailes a su convento. 

En San Jerónimo recibirá culto en una capilla del templo, junto con otros dos santos capuchinos, durante la década de los años cincuenta del siglo XIX y siguientes. También acudía a venerar a la Divina Pastora la asociación de señoras de la "Corte de María" todos los días 7 de cada mes y lo hará durante todo el siglo y parte del XX.

En 1853, se le dedicará una solemne función el día 10 de abril, como colofón de una misión celebrada en dicho mes. Parece también que todos los años en el mes de marzo, abril o de mayo, según  los años, se le dedicaba una función en la iglesia de San Jerónimo con la asistencia de la capilla de música de la Catedral (5). Era la fecha de su festividad litúrgica, es decir, el tercer sábado tras la Pascua de Resurrección; dicha festividad de la Divina Pastora fue establecida por el Papa Pío VI en 1795. 





Ya vencida la primera mitad del siglo XIX existió un grupo de devotos a cuyo frente figuraba la familia granadina de López-Barajas y Damas, que se encargaba con los devotos al modo de una hermandad de hecho a tributarle continuados cultos a la imagen (6).

En 1886 y 1891, nos encontramos con la noticia de que se hace una función a la Divina Pastora en la iglesia de San Juan de Dios, pero por la misma época se seguían celebrándole cultos en San Jerónimo y la Corte de María, indistintamente acude a ambas iglesia. Creemos que no pasó en esa época la imagen a San Juan de Dios, sino que en la iglesia del Santo de los Pobres existiría una imagen de la Divina Pastora a la que también se le tributaban cultos, como también existían otras imágenes de dicha advocación en el convento   del Santo Ángel Custodio y en el de las Carmelitas Descalzas. 


          Divina Pastora de las Carmelitas Descalzas 

En 1894, se reinstaura en el convento de Capuchinas de San Antón la Venerable Orden Tercera de San Francisco por el capuchino Fray Francisco de Benamejí (que vino a negociar el restablecimiento de los Capuchinos en Granada). Dicha Orden Tercera será la que se encargue de la función y triduo a la Divina Pastora a partir de esa fecha, aunque celebrándolas aún en la iglesia de San Jerónimo.

La imagen de la Divina Pastora estará en la iglesia de San Jerónimo hasta la vuelta definitiva de los Capuchinos a Granada, que se produce en 1896, al haberles cedido por el arzobispo, Monseñor Moreno y Mazón, la ermita de San Juan de Letrán en el Barrio de San Lázaro por concierto con su Provincial, fray Antonio de Valencia (7). Esta ermita la escogieron los frailes, entre otras que les ofreció el prelado (San Jerónimo, San Nicolás y San Miguel Bajo), porque según la costumbre capuchina para el establecimiento de sus conventos, no estaba situada en el centro de la ciudad, ni lejos de él, tomando posesión formal de la ermita y sus dependencias el día 27 de julio de ese año.

El día 21 de julio de 1896, se traslada en solemne procesión desde el monasterio de San Jerónimo la imagen de la Divina Pastora hasta la ermita de San Juan de Letrán, casa provisional de los PP. Capuchinos, y donde se refunda su convento de San Juan Bautista. El propio arzobispo tiene a bien en febrero del año siguiente (1897) conceder indulgencias a los devotos de la imagen






No parece que estuvieron mucho tiempo en San Juan de Letrán , pues a primeros de mayo de 1897, estaban celebrando cultos a la Divina Pastora en su tradicional convento de Campo del Triunfo, que les sería devuelto.  No obstante, la entrega formal del mismo se produjo en el mes de agosto de 1897.

Al convento de capuchinos también acuden las señoras de la Corte de María, únicas, junto con la familia López- Barajas, que tras la exclaustración habían mantenido el culto a la Divina Pastora, si bien, la Orden Tercera de San Francisco ya estaba constituida, como se ha dicho, en la iglesia de San Antón, de Madres Capuchinas, pero ya se había trasladado al convento masculino en 1902 (8).


Compás del humilde convento capuchino de Granada, que estaba situado en el mismo lugar que ocupa hoy el actual. Foto cedida por Fray Fernando Linares.


En los primeros años del siglo XX, concretamente en 1903 llegó fray Leopoldo al convento de Granada, aunque de forma definitiva lo haría en 1914. Por esos primeros años el triduo a la imagen se convertirá en novena a finales de abril o principios de mayo, con procesión, que ciertamente ya se realizaba en 1911, acompañada de la imagen de San Francisco de Asís (aunque parece que la actual se trajo en los años setenta), para ir en su recorrido hasta la iglesia de San Juan de Dios, donde se le unió la imagen de este santo. A los cultos solía asistir la Capilla de Música Isidoriana.



El recorrido de la procesión era extenso, al menos en 1913, pues iba por la calle Ancha de Capuchinos, hacia el Hospicio ( Hospital Real), Gran Vía, Marqués de Falces, Tendillas de Santa Paula, Plaza de la Universidad, Jardín Botánico, Duquesa, San Juan de Dios y Triunfo (9). La familia López- Barajas, junto con la Venerable Orden Tercera de capuchinos eran los que costeaban estas funciones y fiestas dedicadas a la Divina Pastora (10).

En 1916 la función principal se hizo con gran solemnidad con la actuación de la Música de la catedral dirigida por el maestro Salguero, que interpretó la Misa de San Pedro de dicho maestro. Por la tarde a las seis, salió la Virgen y la imagen del Crucificado descendido por San Francisco, que hoy aún podemos contemplar presidiendo el presbiterio de la nueva iglesia. Las filas de la procesión la componían los terciarios varones con el Crucificado y San Francisco y las señoras terciarias con la Virgen. Cohetes, bengalas y palmas reales se encendieron al paso de la procesión a la que acudía una gran multitud de personas (11).

No sólo los capuchinos van a recuperar la imagen y devoción a la Divina Pastora, sino al Beato Diego de Cádiz y a Ntra. Sra. de la Paz. Esta bella imagen atribuida por los frailes a la Roldana, aunque he de expresar mis dudas en esta atribución, probablemente la trajeran de las tierras sevillana, al igual que el Crucificado y San Francisco (según me informa mi querido amigo Fray Fernando Linares).


Ntra. Sra. de la Paz. (Luisa Roldán) Convento de Capuchinos de Granada
Antes de la llegada de los años veinte del siglo pasado ya los capuchinos habían extendido considerablemente la devoción a la Divina Pastora, de modo que se celebraban cultos en varios templos como los Hospitalicos, donde se celebraba un octavario, Santo Ángel y Carmelitas Descalzas, y la Corte de María había reanudado los cultos que le tributaba en el siglo XIX.


La novena gozosa, función y procesión -ésta en los años que lo permitían los recursos económicos- se seguirá celebrando en los años veinte costeada por sus camareros: los hijos de López-Barajas y la V.O.T. de San Francisco. Sin embargo, las circunstancias políticas y de inseguridad que se fueron desarrollando en la II República, hicieron que los cultos decayeran y que sólo en 1935 (al ganar las elecciones la derecha) y 1937-1938 (ocupada la ciudad por las tropas llamadas nacionales en plena Guerra Civil) se decidiera celebrar la novena (12).

Aunque la imagen de la Divina Pastora no tuviera en esos años treinta y en los siguientes cuarenta hermandad legalmente establecida, de hecho, sí la tenía por el grupo de devotos, a cuyo frente estaba la familia López.Barajas, que le tributaba cultos regulares, así como, la V.O.T. de San Francisco.



Hacia 1952 se organiza una hermandad que se va a titular "Redil Eucarístico de la Divina Pastora" que será la que en 1954 reanude la procesión, después de bastantes años sin salir, asimismo celebrará cultos mensuales a la imagen (13). El "trono" de la Divina Pastora lo constituía un canasto barroco sencillo con cuarterones, donde se procesionaba la imagen delante de un almendro. En esos años no saldrá el Crucificado con San Francisco. Mientras, hacia 1952, en el convento capuchino de Sevilla se proclama a la Divina Pastora de dicho convento Patrona Universal del Deporte.


               La Divina Pastora por la Gran Vía. Años cincuenta. Foto cedida 
                              por Fray Fernando Linares

La Venerable Orden Tercera quedará centrada en su actividad cultual dedicada a la imagen de la Virgen de la Paz con novena en el mes de enero y función en el día de su onomástica. Mientras, hacia 1953, se funda otra hermandad en el convento capuchino denominada Vía Crucis Perpetuo, para dar culto a la imagen del Cristo del Perdón y que durará poco más de una década.


Virgen de la Paz de Luisa Roldán
Durante las décadas de los años setenta del pasado siglo no tengo noticias de la celebración de la procesión de la Divina Pastora, aunque su Redil Eucarístico seguirá celebrando cultos mensuales y función en su honor, al menos hasta 1965.

Me consta que en 2003, con motivo de Tercer Centenario de la devoción y advocación (1703-20039, se trató de constituir o reconstituir una hermandad a esta devota imagen de la Pastora y revitalizar sus cultos, pero sin que surtiera efecto alguno, ignorando las causas de no prosperar dicha iniciativa.

Una devoción centenaria en Granada a la Divina Pastora que merecería impulsarla o recuperarla, como integrante de la historia de la religiosidad popular de nuestra ciudad en unos tiempos de debilidad de estímulos espirituales

Detalle de los querubines de la peana de la Virgen de la Paz





Nota. Fotos en blanco y negro cedidas por Fray Fernando Linares Fernández.

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1. Periódico El Granadino de 20 de agosto de 1848.
2. PADIAL BAILÓN, Antonio, La imagen de la Divina Pastora de Gójar y Torcuato Ruiz del Peral. Revista Gólgota, p.p. 156-157. Granada, marzo de 2010.
3. Archivo Histórico del Arzobispado de Granada, legajo 96 R.
4. El citado archivo, legajo 1 R, pieza 3.
5. Periódico La Constancia de 10 de abril de 1853.
6. El Defensor de Granada de 1 de mayo de 1886.
7. Ibídem de 17 de septiembre de 1896.

8. Triunfo de 22 de enero de 1903

9. Triunfo de 21 de marzo de 1902.
10. La Gaceta del Sur de 18 de abril de 1913.
11. La Gaceta del Sur de 23 de mayo de 1916.
12. Periódico Ideal de Granada de 4 de mayo de 1935 y de 3 de abril de 1937.
13. Eco de Granada "Corpus 1954".

Otras Fuentes: Fray Fernando Linares, O.F.M, cap. Restauración de los Hermanos Menores Capuchinos en Granada. Primera etapa: Ermita de san Juan Bautista (Vulgo de Letrán) 1896-1898. Granada 2016 (inédita).