Nuestra Señora del Tránsito. Autor Ramiro Ponce de León. Iglesia de Santo Domingo |
Antonio Padial Bailón
La investigación de los temas relacionados con nuestras hermandades y sus devotas imágenes, ha sido algo que ha tenido un tanto despreocupados a los investigadores sobre temas granadinos, incluso a nivel de nuestra famosa universidad, con honrosas excepciones. No así, en lo relacionado con otros ámbitos de la historia y arte de nuestra ciudad, en que existen numerosos y notables trabajos.
Mi propósito es dar a conocer, en lo posible, de forma asequible, la rica historia que muestra Granada en cofradías, hermandades e imágenes, desde los primeros momentos de su reconquista al Islam.
El espacio que ocupan nuestras hermandades, dentro del pasado acontecer de nuestra ciudad, se revela con una enorme trascendencia para conocer el devenir histórico y sociológico de la ciudad.
La primera hermandad que de la que vamos a tratar en este blog es la del Tránsito de Nuestra Señora, de la que poco
se sabe, como de tantas otras, y de su devota imagen, que yace, un
tanto olvidada, en su actual capilla de la iglesia de Santo Domingo.
No hace mucho tiempo, descubrí en el Archivo del Arzobispado de
Granada, una serie de documentos, que nos conducen al
conocimiento de la fundación y autoría de imagen titular de la Hermandad del Tránsito de
Nuestra Señora, una de las antiguas devociones del castizo barrio del Realejo, de donde
no salió nunca, así como de las dificultades de su establecimiento, hasta encontrar su
sede definitiva en la parroquia de Santa Escolástica, iglesia que estaba
situada en la calle del mismo nombre, junto a la Casa de los Tiros. En el siglo
XIX, la parroquia se trasladó a la iglesia de Santo Domingo, donde hoy
permanece.
Dichos documentos se basan en un pleito, que mantuvieron en
año 1733, el hermano mayor Juan Bravo Pacheco y sus partidarios, y el mayordomo
de 1733, Fernando de Bargas (Vargas) y los suyos, enfrentados por el desacuerdo
sobre la sede canónica en la que se iba a establecer la Cofradía.
Fundación
Fundación
De los citados documentos se infiere que la hermandad se fundó, en 1730, en el Convento de
Belén, de Mercedarios Descalzos. Este convento estaba en la calle Molinos,
donde hoy se levanta un colegio público, frente al Teatro Alhambra; después de la
exclaustración de los frailes sirvió de penal, ”el Penal de Belén”, que fue
demolido en 1933, durante la 2ª República, por la estúpida razón de que con las obras de demolición se creaban, durante unos meses, puestos de trabajo. Con ello, el patrimonio artístico de Granada pierde, para siempre, un gran y espacioso templo y otro de sus preciosos monumentos del Barroco.
Portada de la iglesia del Convento de Belén. Dibujo de Fco. Prieto Moreno |
“… que diferentes devotos de la reyna de los
ángeles, se juntaron en el convento de la Merced de relixiosos descalzos (Belén) en
el año pasado de 730 (1730) y constituyeron y fundaron la expresada
hermandad, cuias Reglas y constituciones se aprobaron por esa jurisdicción..y
por no aver tenido efecto que la referida hermandad permaneciera en dicho
convento, se resolvió hacer tránsito y que quedase en la parroquial de San
Zecilio…”
Poco tiempo estuvo la Hermandad en el Convento de Belén,
apenas un año. Poco después de su fundación, el 29 de abril de 1731, encargan
los mayordomos la imagen de la Virgen. Parece, que una vez realizada, tuvieron algún conflicto con los mercedarios descalzos, de modo que la hermandad ha de salir del
convento y la imagen es trasladada, mientras encontraran sede y capilla, a la
casa de Joseph Zapata, secretario de la misma. Poco después, se llevó a casa del mayordomo Fernando de
Vargas, donde la tuvo hasta el 14 de Agosto de 1733, en que se depositó en la iglesia de San Cecilio.
Ese año, al llegar las fiestas de la Virgen, el 15 de agosto, la imagen la llevan en procesión, desde la casa del mayordomo a la iglesia parroquial de San Cecilio, para hacerle la función principal anual, aunque con el ánimo de devolverla en procesión al domicilio particular. Sin embargo, el hermano mayor entrante, Juan Bravo Pacheco (los cargos se elegían el día 15 de agosto, día de la Asunción) pide al Provisor D. Alonso de Guzmán y Bolaños, que no autorice la salida de la imagen de la iglesia de San Cecilio, lo que consigue de éste.
Además, se acusaba al mayordomo saliente Fernando de Vargas de no querer entregar los libros de la hermandad, de pedir limosnas por el Campo del príncipe y realizar una rifa en dicha plaza, formando un aprisco con los bancos de la iglesia de San Cecilio, donde rifaba sandías, granadas y otras frutas, longaniza, plato de peltre (aleación de estaño, plomo y zinc), un rosario...etc. El acusado alegó tener para ello permiso verbal de los provisores anteriores Gabriel de Rus y Joseph Zapata. Nada de eso le valió, pues las mercancías le fueron requisadas.
Entre tanto, el grupo de hermanos aliados con Vargas, entre ellos su hermano Joseph de Vragas, mayordomo de 1733-34, habían solicitado y conseguido, en abril de 1734, de los frailes carmelitas calzados del Carmen (actual Ayuntamiento), una capilla en la iglesia de este convento.
Y fue el provisor y vicario general D. Alonso de Guzmán y Bolaños el que les dá autorización para ese traslado al Convento del Carmen o de Ntra. Sra. de la Cabeza.
" Mando
se despache lizencia a la hermandad para que puedan pasar la dicha Sta. Ymagen
procesionalmente desde San Cecilio, donde se halla depositada, con asistencia de
los ministros della a la del Convento de Ntra. Sra. de la Cabeça del Orden del
Carmen de la antigua observancia para colocarla en la capilla consignada …".
Sin embargo, la hermandad no llega a trasladarse al convento del Carmen, pues la
capilla ofrecida no era capaz para dar culto a la imagen. Así que, en septiembre de 1734 aun estaba en San Cecilio y el conflicto que dividía a los hermanos subsistía. Por otra parte, en la parroquia de San Cecilio se había producido una división de opiniones sobre la permanencia o no de la imagen en ese templo.
Así, por un lado, estaban el sacristán de San Cecilio, Bernabé Saquero y el grupo de hermanos que querían permanecer en esta iglesia y los que deseaban buscar otra sede alentados por los beneficiados y párroco, que no estaban demasiado predispuestos a que se quedara en dicha parroquial, alegando que sólo había cinco capillas en la iglesia, que estaban ocupadas por hermandades y no quedaba ninguna adecuada para colocar la imagen. Asimismo, decían, que la Virgen estaba colocada indecorosamente en la tribuna de la iglesia, que era parte de la vivienda del teniente de cura y éste no era el lugar adecuado para la santa imagen.
Por otra parte, las cuatro hermandades con sede en San Cecilio: La de Ntra. Sra. de la Paz, la de Ntra. Sra. de la Salud, la de las Ánimas Benditas del Purgatorio y la del Cristo de los Favores, se oponían a que permaneciera allí la imagen y hermandad, personándose, excepto la de los Favores, en el pleito que se suscitó ante el Provisor y Vicario del arzobispado. Alegaban no haber capilla para la nueva hermandad y que ésta realizaba demandas que les perjudicaba.
Ese año, al llegar las fiestas de la Virgen, el 15 de agosto, la imagen la llevan en procesión, desde la casa del mayordomo a la iglesia parroquial de San Cecilio, para hacerle la función principal anual, aunque con el ánimo de devolverla en procesión al domicilio particular. Sin embargo, el hermano mayor entrante, Juan Bravo Pacheco (los cargos se elegían el día 15 de agosto, día de la Asunción) pide al Provisor D. Alonso de Guzmán y Bolaños, que no autorice la salida de la imagen de la iglesia de San Cecilio, lo que consigue de éste.
Iglesia de San Cecilio |
Entre tanto, el grupo de hermanos aliados con Vargas, entre ellos su hermano Joseph de Vragas, mayordomo de 1733-34, habían solicitado y conseguido, en abril de 1734, de los frailes carmelitas calzados del Carmen (actual Ayuntamiento), una capilla en la iglesia de este convento.
Y fue el provisor y vicario general D. Alonso de Guzmán y Bolaños el que les dá autorización para ese traslado al Convento del Carmen o de Ntra. Sra. de la Cabeza.
Sin embargo, la hermandad no llega a trasladarse al convento del Carmen, pues la
capilla ofrecida no era capaz para dar culto a la imagen. Así que, en septiembre de 1734 aun estaba en San Cecilio y el conflicto que dividía a los hermanos subsistía. Por otra parte, en la parroquia de San Cecilio se había producido una división de opiniones sobre la permanencia o no de la imagen en ese templo.
Así, por un lado, estaban el sacristán de San Cecilio, Bernabé Saquero y el grupo de hermanos que querían permanecer en esta iglesia y los que deseaban buscar otra sede alentados por los beneficiados y párroco, que no estaban demasiado predispuestos a que se quedara en dicha parroquial, alegando que sólo había cinco capillas en la iglesia, que estaban ocupadas por hermandades y no quedaba ninguna adecuada para colocar la imagen. Asimismo, decían, que la Virgen estaba colocada indecorosamente en la tribuna de la iglesia, que era parte de la vivienda del teniente de cura y éste no era el lugar adecuado para la santa imagen.
Por otra parte, las cuatro hermandades con sede en San Cecilio: La de Ntra. Sra. de la Paz, la de Ntra. Sra. de la Salud, la de las Ánimas Benditas del Purgatorio y la del Cristo de los Favores, se oponían a que permaneciera allí la imagen y hermandad, personándose, excepto la de los Favores, en el pleito que se suscitó ante el Provisor y Vicario del arzobispado. Alegaban no haber capilla para la nueva hermandad y que ésta realizaba demandas que les perjudicaba.
A raíz de la declaración que hace el párroco de San Cecilio,
Joseph Ventura Díaz, de las cinco capillas al culto que había en el templo,
podemos, también, conocer la situación de las hermandades con sede en la iglesia y las
capillas que ocupaban:
Así, la primera capilla a la derecha, bajando del presbiterio, la ocupaba la imagen de un Ecce Homo, que no tenía hermandad, pero por devoción la cuidaba D. Francisco de Arán y Perea, escribano de Corte.Hoy está en ella la Virgen de la misericordia.
La siguiente capilla, sin retablo, la ocupaba el Santo Cristo de las Llagas, imagen de pintura a la que daba culto la Hermandad de las Benditas Ánimas, que cuidaba de
su lámpara, habiendo devotos que le ofrecían una misa los Viernes y festivos.
Aquí pretendían colocar a la Virgen, elevando el cuadro. De hecho, allí la
colocaron después. Esta capilla hoy está ocupada por el Cristo de la Columna de
Alonso de Mena, procedente del convento de Belén.Así, la primera capilla a la derecha, bajando del presbiterio, la ocupaba la imagen de un Ecce Homo, que no tenía hermandad, pero por devoción la cuidaba D. Francisco de Arán y Perea, escribano de Corte.Hoy está en ella la Virgen de la misericordia.
En la tercera del mismo testero estaba la capilla de la de
la Hermandad de Ntra. Sra. de la Salud,
de gran devoción en esa época, cuya capilla era la Sacramental. La hermandad
estaba unida entonces a la del Santísimo y ha estado viva, al menos, hasta
1952, procesionándose la imagen aun hacia 1940. Esta capilla la ocupa la Virgen
de Belén, también atribuida a Alonso de Mena, procedente del convento de Belén.
La cuarta capilla: “La
quarta Capilla en que está colocada la Stma. Ymagen del Xpto. Crucificado con el título de los Fabores que está el culto a cargo de su hermandad”.
Esta capilla, por la descripción que
se hace, es la primera de la izquierda, bajando del presbiterio, es decir, la
que aún hoy ocupa el Cristo de los Favores.
La última y quinta estaba dedicada y servida por la Hermandad de Ntra. Sra. de la Paz. Era
la primera hacia los pies de la iglesia entrando por la puerta en que hoy se
accede al templo. Después, las dos últimas al fondo de la iglesia estaban
tapiadas para guardar las esteras, andas y otros enseres.
En agosto de 1734 se elige hermano mayor a Pedro de Vargas y mayordomo al fraile Bernardo de Castro (del grupo de los que querían sacar la imagen de San Cecilio). Estos siguen el pleito, pero consiguen del Marqués de los Trujillos y Duque de Gor, de la casa noble de los Fernández de Bobadilla, que les ceda una capilla de la que era patrón en la iglesia de Santa Escolástica, donde la familia tenía su panteón. Ante esta circunstancia el Provisor dictó un auto a favor de éstos autorizándoles a que trasladaran la imagen a Santa Escolástica ( la iglesia antigua).
En agosto de 1734 se elige hermano mayor a Pedro de Vargas y mayordomo al fraile Bernardo de Castro (del grupo de los que querían sacar la imagen de San Cecilio). Estos siguen el pleito, pero consiguen del Marqués de los Trujillos y Duque de Gor, de la casa noble de los Fernández de Bobadilla, que les ceda una capilla de la que era patrón en la iglesia de Santa Escolástica, donde la familia tenía su panteón. Ante esta circunstancia el Provisor dictó un auto a favor de éstos autorizándoles a que trasladaran la imagen a Santa Escolástica ( la iglesia antigua).
“...y que abiendo
tratado con el beneficiado y ministros de la parrochia de Santa Escolástica,
para que se colocase en dicha Yglesia en capilla que para el dicho efecto
ofreció el Sr. Marqués de los Truxillos (Trujillos) y habiendo concedido Vmd.
lizencia y tratando de llevar la ymagen parece ser que por el sacristán y otros
feligreses de San Cecilio se acudió a Vmd para que no saliese la ymagen de San
Zecilio y que Vmd retiró la licencia…la petición es maliciosamente inducida por
el sacristán, pues no es hermano de la cofradía…Granada en 9 de septiembre de
1734”.
El sacristán Sequero, que había conseguido con artimañas la firma de bastantes hermanos y de Juan Bravo Padilla y de Tomás Garrido, fundadores y anteriores hermano mayor y mayordomo, se ve descubierto en la declaración de éstos, que se retractaron y alegaron que el sacristán no les había dicho que la imagen tenía capilla ofrecida en Santa Escolástica.
Por fin, la imagen y su hermandad se trasladan a Santa
Escolástica el 8 de noviembre de 1734, a pesar de la apelación del auto por la
otra parte, que no prosperaría, pues le son devueltos a la hermandad los documentos
aportados al pleito, por haber finalizado éste, el 12 de mayo de 1736.
La imagen y su escultor
Al pleito es aportado el contrato firmado por la hermandad y el escultor de la imagen. Se firma el documento el 29 de abril de 1731 por el escultor Joseph Ramiro (su nombre completo era Joseph Ramiro Ponce de León)
Ntra. Sra. del Tránsito. J. Ramiro Ponce de León 1731 |
La imagen y su escultor
Al pleito es aportado el contrato firmado por la hermandad y el escultor de la imagen. Se firma el documento el 29 de abril de 1731 por el escultor Joseph Ramiro (su nombre completo era Joseph Ramiro Ponce de León)
“Como profesor del
arte de la escultura recibí del Sr. Dn. Fernando de Bargas, el Sr. Antonio
Palencia y el Sr. Joseph Gutierrez, vecinos de esta ciudad 50 reales de vellón,
por quenta de setesientos y cinquenta en que está ajustada una imagen del
Glorioso Tránsito de Ntra. Sra., que a dichos señores e de hazer con las
circunstancias siguientes, de estatura de bara y media , la cabeza para peluca,
los ojos entreabiertos, los tercios del cuerpo e bestido con armilla, enaguas
blancas de escultura y los brazos de movimiento para bestir y los pies
adecuados para calzarlos. Y dicha Ymagen e de dar acabada para el día primero
de agosto deste año de la fecha y para que conste lo firmé en Granada, en 29
días del mes de abril de 1731. Dn.
Joseph Ramiro”.
Al margen está la carta de pago firmada el 7 de octubre de
1731 por Joseph Ramiro y, detrás del documento, hay entregas a cuenta por 250 reales, más 14 varas y media de
tafetán negro doble a precio de 13 reales la vara. En 26 de agosto recibió 55
reales, más 55 reales, más una vara de tafetán blanco a 6,30 reales y el 30 de
septiembre recibió 100 reales más.
La urna o sepulcro de la imagen la realizó el tallista Antonio Romero, tres años después, en
1733:
“ Rezebí de Dn Pedro de Bargas y del hermano Bernabé de Castro…hermano mayor y mayordomo de la Ble. Hermandad del Tránsito de Ntra. Sra. ziento y quarenta y nueve reales y medio de vellón con los quales se me acabó de pagar un sepulcro que he hecho para dicha Stma. Ymagen y por ser verdad lo firmé en Granada en 6 de septiembre de 1734 años. Son 149 reales y m. Antoni Romero”.
“ Rezebí de Dn Pedro de Bargas y del hermano Bernabé de Castro…hermano mayor y mayordomo de la Ble. Hermandad del Tránsito de Ntra. Sra. ziento y quarenta y nueve reales y medio de vellón con los quales se me acabó de pagar un sepulcro que he hecho para dicha Stma. Ymagen y por ser verdad lo firmé en Granada en 6 de septiembre de 1734 años. Son 149 reales y m. Antoni Romero”.
Y por último, la corona de plata, que actualmente no tiene
puesta la imagen, la realizó el orfebre Manuel Ruiz Gamarra.
“… quatrozientos y noventa reales de bellón por una corona que entrego para dicha Ymagen con peso de veinte onças… diez reales de plata la onça, importa la dicha plata trezientos y setenta y seis maravedíes, de las hechuras a ocho pesos que importa dicha corona cuatrozientos y noventa doi de limosna los seis reales y seis mr. y para que conste lo firmé en granada en uno de marso de 1733 años. Son 490 reales de bellón Manuel Ruiz Gamarra”.
“… quatrozientos y noventa reales de bellón por una corona que entrego para dicha Ymagen con peso de veinte onças… diez reales de plata la onça, importa la dicha plata trezientos y setenta y seis maravedíes, de las hechuras a ocho pesos que importa dicha corona cuatrozientos y noventa doi de limosna los seis reales y seis mr. y para que conste lo firmé en granada en uno de marso de 1733 años. Son 490 reales de bellón Manuel Ruiz Gamarra”.
Pocas obras se conocen del escultor José Ramiro Ponce de
León, ahora descubrimos una de él, pero de la indudable valía del artista es patente las esculturas que hizo para la portada de la Basílica de San Juan de Dios, como son las
columnas e imágenes del Santo y de los Arcángeles San Rafael y San Gabriel
realizadas en mármol.
Capilla del Tránsito en Santo Domingo |
Retablo, que parece venir de San Gil y ser de la Hermandad de la Inmaculada de los zapateros |
Actualmente, la hermandad está perdida, pero no extinguida, pues aun tenía vida y celebraba su tradicional novena, función de agosto y procesión hasta 1936. La imagen de Ntra. Señora del Tránsito hoy permanece con su retablo en la capilla cuarta de la izquierda del templo dominico.
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Fuentes:
Archivo Histórico del Arzobispado de Granada.
Prensa del siglo XIX y XX